Ven “causa de guerra” en afrenta de la OTAN

Líderes rusos advirtieron que las tensiones con Occidente están alcanzando el peor escenario y sentenciaron que los avances de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) podrían representar una “causa de guerra”, lo que involucraría a más gobiernos, como anticipó el presidente Vladimir Putin.

Un día después de las advertencias Putin, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, acotó que la operación para “liberar” el Donbás que emprendieron sus tropas ha servido como impulso para que la alianza estratégica apriete acciones contra Rusia, con lo que prácticamente cayó una “cortina de hierro” entre ambos sectores, mientras ellos reubican a sus tropas.

El diplomático recalcó que Estados Unidos es responsable de la crisis actual, pues aunque las restricciones en su contra se dictan en Bruselas, es claro, para ellos, que las provocaciones provienen desde el gobierno de Joe Biden, que intenta someter a todos a su voluntad, por lo que se lanzó en su contra al aconsejar que se cuiden o podrían ser perjudicados por sus propias decisiones.

Al respecto, el expresidente ruso y uno de los líderes del Consejo de Seguridad Dmitri Medvedev apuntó que las hostilidades han aumentado y podrían convertirse en una “agresión internacional”. Insistió, como lo ha dicho el régimen, que las restricciones en su contra equivalen a una declaración de guerra económica, pues buscan dañar a tantas personas como puedan en la región, mientras Putin ve la relación con Finlandia y Suecia al borde de una escalada, ante su inminente inclusión a la OTAN.

En clara referencia a estas tensiones, EU y Alemania se lanzaron nuevamente contra el régimen ruso al advertir que el respaldo a Ucrania continuará el tiempo que sea necesario, con la confianza en que la guerra termine en favor de las fuerzas de Volodimir Zelenski.

Durante la Cumbre en España, el presidente Biden refirió que, mientras suministren armamento a Ucrania, el único resultado será una Rusia derrotada, por lo que insistió que su gobierno apoyará a los de Zelenski “el tiempo que sea necesario” y en breve enviarán un paquete adicional de 800 millones de dólares, pues atacar a un aliado es atacarlos a todos y seguirán respondiendo en unidad.

A ese apoyo se sumó el canciller alemán, Olaf Scholz, quien declaró que, aunque no pueden estimar por cuánto tiempo se prolongará esta guerra, sí pueden garantizar apoyo “hasta que deje de ser necesario”, por el riesgo que existe en la región. Y recordó las declaraciones del líder de la OTAN, Jens Stoltenberg, al ratificar que Rusia se convirtió en el mayor peligro para el orden mundial desde febrero pasado. En tanto, Francia prometió la entrega de seis cañones más a Kiev.

En medio de estas tensiones, las fuerzas invasoras retiraron a todos sus soldados apostados en la Isla Serpientes en el mar Negro, pero los defensores recordaron que la situación más crítica se vive en Lisichansk.

Aunque el Kremlin justificó que el retiro responde a una muestra de voluntad para instalar nuevos corredores humanitarios en favor de civiles, los movimientos hacen sospechar sobre posibles reubicaciones ante el plan de que la OTAN envíe fuerzas cerca de su frontera, ante la plausible adhesión de Finlandia y Suecia, pues aunque abandonaron dicha isla, también se anticipan escenarios complicados, pues imágenes aéreas captaron varias columnas de humo en la región, hecho que atribuyen a explosiones.

Sus objetivos se centrarían en Lisichansk, sitio que los ocupantes buscan rodear para acabar con la resistencia, como lo hicieron hace unas semanas en Severodonetsk, uno de los últimos bastiones ucranianos; pero en Kiev sostienen que están listos para dar la batalla y agotar al máximo al ejército ruso.

Además, la escalada de acusaciones sigue en torno a los crímenes de guerra. Después de que Ucrania reiteró el llamado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para investigar las atrocidades cometidas en su contra, como recientemente ocurrió en un centro comercial, Rusia se lanzó contra Kiev al responsabilizarlo de “genocidio en Donbás”.

El gobierno de Putin dijo que las políticas de Zelenski han provocado “crímenes contra la humanidad”, en Donetsk y Lugansk, por ello su operación busca la liberación de la zona. Y aseguró que cuenta con evidencia de esos crímenes, al tiempo de que recalcó que tiene bajo control a unos seis mil prisioneros de guerra, una cifra 40 veces mayor a la cantidad de acusados que intercambió con Ucrania.