El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para iniciar una investigación acerca de la viabilidad de imponer aranceles al cobre; en una nueva acometida de su guerra comercial, emprendida desde el primer día de su mandato, el magnate ahora va por un material fundamental para el sector de los autos eléctricos, el hardware militar, los semiconductores y una amplia gama de bienes de consumo.
Trump, que busca frustrar lo que sus asesores consideran una maniobra de China para dominar el mercado mundial del cobre, firmó una orden que pide al secretario de Comercio, Howard Lutnick, iniciar una nueva investigación de seguridad nacional bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, la misma ley que Trump utilizó en su primer mandato para imponer aranceles globales del 25% sobre el acero y el aluminio.
El asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, dijo que la investigación se completaría rápidamente, “en tiempo de Trump”.
Además, agregó que China estaba utilizando subvenciones estatales e influencia económica para tomar el control de la producción mundial de cobre, de la misma forma que ahora domina la producción de acero y aluminio.
Dicho esto, los países que se verían más afectados por cualquier nuevo arancel estadounidense al cobre serían Chile, Canadá y México, principales proveedores de cobre refinado y artículos de cobre en 2024, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.
“Al igual que nuestras industrias del acero y el aluminio, nuestra gran industria del cobre estadounidense ha sido diezmada por actores globales que atacan nuestra producción nacional”, dijo Howard Lutnick. “Para reconstruir nuestra industria del cobre, investigaré la imposición de posibles aranceles”, concluyó.
Reuters
