Invertir es la mejor forma de evitar que el dinero pierda capacidad adquisitiva y, sobre todo, lograr que crezca con el paso del tiempo. A diferencia del ahorro, la inversión puede hacer que el capital genere rendimientos e incluso se multiplique mediante una herramienta fundamental: el interés compuesto.
Aunque muchas personas tienen las incorrectas creencias de que para invertir hay que arriesgar mucho dinero o implica un riesgo excesivamente alto, con estrategias, conocimiento y consejos se puede comenzar con poco y minimizar los riesgos.
Gracias a esto, podrás tomar decisiones financieras desde cualquier dispositivo, como una laptop, computadora de escritorio o celular con mayor seguridad.

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¿Qué es una inversión?
Una inversión es una actividad en la que se usa dinero, generalmente ahorros, en instrumentos financieros/proyectos con el fin de generar un rendimiento o beneficio a futuro. Invertir supone un costo de oportunidad, porque los recursos invertidos no se pueden ocupar en otra cosa en simultáneo.
Para comparar una inversión hay que considerar 3 aspectos: el riesgo, rendimiento y plazo de duración. Una ideal tiene un riesgo muy bajo, gran rendimiento y duración razonable. Como es muy difícil encontrar tales inversiones, es esencial aprender a invertir y tener en cuenta consejos que te acerquen al éxito.
¿Cuánto dinero se debe invertir?
Antes de definirlo, hay que dejar en claro que, ya sea desde una notebook o celular, a la hora de hacer una inversión, se debe usar un capital que el individuo puede permitirse perder sin que ello afecte su salud financiera. La idea es que el escenario no altere el nivel de vida y las necesidades continúen siendo cubiertas.
La frase “nunca poner todos los huevos en la misma canasta” es muy común en el mundo de las inversiones, e implica no invertir la totalidad del capital en el mismo instrumento. Por ello, los mejores inversionistas terminan siendo aquellos que diversifican.
Antes de seleccionar los instrumentos y decidir la cantidad de dinero que se colocará en cada uno, hay que pensar en el plan a largo plazo. Este debe considerar el riesgo, los rendimientos, el nivel de tolerancia a la incertidumbre y el tiempo máximo que el usuario desea tener trabajando el capital.
¿Es posible invertir sin riesgo?
En toda inversión existe un componente de incertidumbre, de manera que el riesgo jamás es 0. Las menos seguras tienden a devolver retornos más elevados, premiando el riesgo tomado con un mayor crecimiento del capital.
Sin embargo, los perfiles conservadores optan por productos de bajo riesgo o diversifican tanto que evitan que una inversión en caída afecte el rendimiento general.
7 consejos que te acercarán al éxito
En el mundo de las inversiones en línea por computadora o celular, el éxito no está garantizado, pero se pueden maximizar las posibilidades teniendo en cuenta una serie de consejos tan básicos como esenciales:
Define tus objetivos financieros
Previo a arriesgar siquiera 1 centavo, lo que hay que hacer es pensar y definir qué se quiere conseguir con el dinero. Entre las opciones más frecuentes está la generación de ingresos pasivos, ahorro para la jubilación, o simplemente hacer crecer el capital inicial. Al marcar los objetivos, se puede tener una estrategia de inversión adaptada al perfil de riesgo y horizonte temporal.
Los inversionistas de corto plazo se enfocan en activos líquidos, mientras que los interesados en el largo plazo tienden a optar por instrumentos de crecimiento sostenido, tales como acciones y FCI. El establecimiento de objetivos también es relevante para medir el progreso y ajustar la estrategia.
Empieza con un presupuesto claro
Un error frecuente en nuevos inversionistas es carecer de un minucioso control de sus finanzas antes de empezar a poner en juego su capital. Es muy importante determinar el dinero a invertir sin que ello comprometa la estabilidad financiera. Un presupuesto estructurado integra ingresos, gastos fijos y variables, ahorros y una cantidad para invertir.
La regla 50/30/20 es popular debido a su equilibrio, y al aplicarla el 20% de los ingresos se asigna a ahorro e inversión. Antes de cambiar dinero por activos, es fundamental tener cubiertas las necesidades básicas, no tomar deudas innecesarias y contar con un fondo de emergencia que equivalga a 3 o 6 meses de gastos.
Aprovecha las plataformas de inversión con montos bajos
Actualmente existe un sinfín de plataformas digitales perfectas para invertir con poco capital, eliminando la restrictiva barrera que antes existía en los mercados financieros.
En distintas apps se pueden adquirir acciones, fondos indexados o criptomonedas sin tener que arriesgar miles de dólares. Carecen de comisiones elevadas y permiten la operatoria desde una tablet, celular o notebook.
No obstante, es clave investigar a fondo cada plataforma antes de crear una cuenta. Para ello, hay que revisar su regulación, los costos ocultos y qué opciones de retiro de dinero tienen disponibles.
Considera el interés compuesto a largo plazo
El interés compuesto es la herramienta de oro para hacer crecer la cuenta con el paso de los años. Básicamente se trata de reinvertir las ganancias, creando un efecto de crecimiento exponencial. Cuanto antes se comienza a invertir, más tiempo actúa el interés compuesto. Aún en cantidades pequeñas, la constancia es vital para gozar de resultados a futuro.
Para maximizar el aprovechamiento de dicho efecto, hay que reinvertir la totalidad de las ganancias en vez de retirarlas. Por ejemplo, si se invierten $1000 con un rendimiento del 8% anual y las ganancias son constantemente reinvertidas, al cabo de una década se obtienen $2159 sin haber sumado ni 1 centavo externo.
Reinvierte tus ganancias
Este punto está directamente ligado al anterior. La manera más efectiva de que el capital crezca con poco dinero es reinvertir las ganancias en vez de gastarlas. Con este sencillo paso, los rendimientos son mayores en cada ciclo de inversión. Si bien puede sonar insignificante al comienzo, es un hábito que realmente hace la diferencia con el transcurso de los años.
Para aplicar dicha estrategia, lo mejor es fijar un sistema de reinversión automatizada en caso de que la plataforma lo permita. Eso hace que el dinero no pare de trabajar sin tener que preocuparse por la constante toma de decisiones.
Evita las deudas antes de invertir
Uno de los errores más graves que puede tener un inversor es invertir teniendo deudas de altas tasas de interés. Tanto las tarjetas de crédito como los préstamos personales y los financiamientos con altos intereses generan costos que fácilmente pueden exceder las posibles ganancias de cualquier inversión.
Por ese motivo, antes de comenzar en este mundo es conveniente pagar o minimizar las deudas con tasas altas. El “método avalancha” consiste en abonar primero las deudas de alta tasa de interés para luego seguir con las de bajo interés.
Edúcate constantemente sobre inversiones
En el rubro de las inversiones, los cambios son moneda corriente, de manera que estar constantemente informado sobre la actualidad es la única manera de tomar decisiones acertadas.
Para eso, siempre es buena idea leer libros de inversiones, seguir a expertos financieros en redes sociales, llevar a cabo cursos en línea, y analizar y aprender sobre casos de éxito. La constante formación es la inversión más valiosa a realizar, pues contribuye en la optimización de rendimientos y minimización de riesgos.
Es clave forjar el criterio propio para no dejarse llevar por modas o tendencias carentes de fundamento. Antes de comprar activos, hay que comprender su funcionamiento, su nivel de riesgo y de qué manera encaja en la estrategia general.
JVR

