Crecen participaciones federales en 25 de los 32 estados del país

De enero a septiembre del 2021, 25 de las 32 entidades federativas del país recibieron incrementos en las participaciones federales, lo que implicó una importante recuperación respecto al impacto de la pandemia de Covid-19, ya que en el mismo periodo del año pasado sólo un estado registró aumento en la recepción de estos recursos.

De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en los primeros nueve meses del año se pagaron a las entidades federativas 709 mil 228.9 millones de pesos por concepto de participaciones, recursos que tienen derecho a percibir por su adhesión al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal y al rendimiento de las contribuciones especiales.

Así, las participaciones, que los estados y municipios reciben de la Federación y pueden ejercer libremente, fueron mayores en 4.3 por ciento real de enero a septiembre del 2021 respecto a igual lapso del 2020, cuando sumaron 646 mil 218.6 millones de pesos y registraron un desplome de 9.7 por ciento anual, debido al golpe de la pandemia.

La dependencia explicó que el crecimiento de las participaciones en los primeros nueve meses del año se debe al comportamiento de la Recaudación Federal Participable, que aumentó 3.9 por ciento en términos reales respecto a lo ejercido en el año anterior.

No obstante, el pago de participaciones a los estados y municipios es menor en 541 millones de pesos respecto a lo programado para el periodo enero-septiembre de este año.

Datos de la secretaría encargada de las finanzas públicas muestran que 25 de los 32 estados del país reportaron alzas en las participaciones en el periodo de referencia, de los cuales los que obtuvieron los mayores incrementos fueron Veracruz con 18.1 por ciento, Chiapas 16.4 por ciento, Durango 12.8 por ciento, Nuevo León 11.3 por ciento y Michoacán 6.5 por ciento.

En tanto, las entidades que tuvieron las mayores contracciones en las participaciones pagadas fueron Baja California Sur con 4.9 por ciento, Oaxaca 3.9 por ciento, San Luis Potosí 2.5 por ciento, Hidalgo 1.9 por ciento y Colima 1.1 por ciento.

En contraste, durante los primeros nueve meses del 2020, año de la pandemia, sólo Colima reportó un alza en la recepción de éstas, de apenas 2.9 por ciento en comparación con igual lapso de 2019.

A su vez, los estados con las mayores caídas en las participaciones el año pasado de enero a septiembre fueron Campeche con 17.2 por ciento, Hidalgo 13.7 por ciento, Puebla 13.2 por ciento, Morelos 13.0 por ciento y Guanajuato 12.6 por ciento.

De acuerdo con Moody’s, las participaciones federales son transferencias no etiquetadas que, en promedio, representaron el 43 por ciento de las transferencias totales y alrededor del 60 por ciento de los ingresos de los estados entre 2016 y 2020.

La calificadora internacional apuntó que estas transferencias son una función de la recaudación federal participable, que estimó se recuperarán junto con el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2021 y 2022.

Sin embargo, precisó, más del 70 por ciento se distribuye a través de una fórmu-la que considera el crecimiento del PIB del estado con un rezago de dos años, la recaudación de ingresos propios de la entidad, así como su población.

Para 2021, estimó un crecimiento aproximadamente plano de las participaciones federales en comparación con 2020, pero las tasas de crecimiento diferirán entre los estados, lo que refleja una recuperación más fuerte de la esperada de los impuestos relacionados con la venta de vehículos y transferencias extraordinarias vinculadas con incentivos económicos para algunas de estas entidades.

Moody’s detalló que algunos de los estados que más se beneficiaron son Chiapas, Durango, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa y Veracruz, que en conjunto han recibido más del 90 por ciento de estos ingresos.

Como resultado, y dadas las diferentes expectativas de crecimiento económico para los distintos estados, la agencia evaluadora proyectó que en 2022 la tasa de crecimiento de las participaciones federales se desacelerará a un promedio de 4.2 por ciento y en 2023 se recuperará a un crecimiento promedio de 8.4 por ciento, similar a la tasa de crecimiento del 8.0 por ciento registrada de 2016 a 2020.