De Iztapalapa para... los paladares mexicanos; la historia de Pastelerías Esperanza

Este lunes murió Francisco Javier Juampérez Barberena, fundador de Pastelerías Esperanza, una de las empresas panificadoras más exitosas del país y que desde hace unos años ha dado batalla a las pastelerías El Globo, parte del gigante multinacional mexicano Bimbo.

Pastelerías Esperanza abrió su primera tienda en 1975, actualmente ya cuenta con más de 100 sucursales, que la han llevado a facturar cantidades superiores a los mil 500 millones de pesos al año, de acuerdo con la última información al respecto.

Sin embargo, esta firma es una de esas que encantó con su concepto, ese de barrio…

La primera sucursal de Pastelerías Esperanza abrió sus puertas hace 47 años en la colonia Escuadrón 201, en la alcaldía Iztapalapa, misma que continúa en el mismo sitio y que día a día atiende a miles de personas.

Sin duda, la historia de esta empresa fue de éxitos y triunfos, pues desde que comenzó su expansión el sello de la marca fue visible para los consumidores.

Pero… ¿Qué fue lo que ofreció Pastelerías Esperanza?

Algunos aseguran que fue su imagen empresarial lo que llevó a su siguiente nivel tras uniformar a sus empleados, ya que ello sin duda fue un diferenciador que gustó al consumidor, además de los más importante, sus instalaciones limpias.

Aunado a ello, la asociación que hizo con Pastelerama ayudó que para 2005 Pastelerías Esperanza ya contara con más de 35 sucursales en la Ciudad y Valle de México.

Además de ello, en 2006 la compañía inauguró el Centro de Innovación y Capacitación Continua, ahora conocida como Esperanza Academy, donde sus colaboradores reciben capacitación constante en cada proceso que es requerido dentro de los puntos de venta.

¿Por qué se llama Esperanza?

De acuerdo con lo que se sabe, el nombre se le puso por la esposa del antiguo propietario de La Esperanza, donde Francisco Javier Juampérez estableció la primera sucursal; sin embargo, hay quienes aseguran que el nombre tuvo un significado importante, pues era la esperanza que el negocio le daba a los trabajadores.

KEFS