Moody's baja calificación de Nayarit debido a su débil liquidez

Moody's bajó las calificaciones de emisor y de deuda del estado de Nayarit y cambió la perspectiva a estable, debido a la expectativa de que seguirá enfrentando una fuerte presión sobre la liquidez debido a sus bajos niveles de efectivo, los considerables vencimientos de deuda de corto plazo que se avecinan y su débil desempeño operativo.

La calificadora internacional refirió que la posición débil de liquidez de Nayarit provocó que se retrasara en el pago del servicio de la deuda de sus créditos de corto plazo en los meses recientes, y su continua apretada liquidez presenta riesgos que implican que pueden haber demoras adicionales en los pagos del servicio de la deuda en el futuro.

Sin embargo, la perspectiva fue cambiada a estable basada en las expectativas de que los acreedores probablemente no enfrentarán pérdidas, o que cualquier pérdida sería insignificante, agregó en un comunicado.

Expuso que el severo estrés de liquidez de Nayarit, producto de una fuerte presión sobre los ingresos causada por la pandemia combinada con cierta rigidez en sus gastos operativos, provocó que se retrasara en el pago del servicio de la deuda de sus 12 créditos de corto plazo insolutos durante el período comprendido entre septiembre y noviembre de 2020.

Recordó que el estado recientemente adquirió un préstamo de corto plazo del Gobierno federal que le permitió luego obtener nuevo financiamiento de corto plazo de un acreedor privado (Banorte).

Este permitió al estado liquidar cinco de sus créditos de corto plazo, incluido el pago de intereses moratorios, y cumplir con pagos vencidos de capital e intereses del resto de su deuda de corto plazo, añadió.

No obstante, precisó, la liquidez sigue siendo muy limitada, y el efectivo disponible a septiembre de 2020 fue un 43 por ciento inferior al mismo periodo del año anterior, y equivalente al 56 por ciento de su pago de la deuda de corto plazo con vencimiento entre diciembre de 2020 y junio de 2021.

Si bien el reciente refinanciamiento de las obligaciones de corto plazo alivió el estrés inmediato, la presión sobre la liquidez continuará durante el próximo año, especialmente tomando en cuenta que el estado no tiene permitido contraer nuevas deudas de corto plazo durante los últimos tres meses de la administración saliente, de acuerdo con la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios.

Nayarit deberá mantener un balance cero de deuda de corto plazo de julio a septiembre de 2021 para cumplir con la legislación, lo cual reduce su flexibilidad.

Además, Nayarit enfrenta tanto una disminución de los ingresos como presiones sobre el gasto, mencionó Moody’s.

Indicó que los ingresos propios cayeron 6 por ciento en los primeros nueve meses de 2020 en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras que las transferencias federales no etiquetadas (participaciones), equivalentes al 85 por ciento de los ingresos operativos del estado, cayeron 5.8 por ciento en los primeros 10 meses.

Si bien Nayarit ha podido recortar el gasto en materiales y servicios, los costos de personal solo disminuyeron un 2.4 por ciento, en parte debido a la rigidez de los salarios y prestaciones de los maestros.

Señaló que el estado tiene presupuestado incrementos moderados en los gastos operativos para 2021 y está enfocando sus recortes en el gasto de capital.

Moody's espera que los déficits operativos de Nayarit aumenten a -6.1 por ciento en 2020 y -6.6 por ciento en 2021 ante la continua presión sobre los ingresos y las recurrentes necesidades de gasto

JVR