Jorge Medina-Mora E.
José B. Churriguera, arquitecto español, llevó el barroco a otro nivel al exagerar el decorado con volutas, roleos y figuras de todo tipo.
La capital del país presenta claros ejemplos churriguerescos, unos venidos de la época colonial y otros de reciente creación. De los antiguos destacan, entre otros, la fachada del templo que aparece en la imagen, la del Sagrario Metropolitano o los retablos de la Enseñanza. De los representativos modernos hay muchos, como cientos de semáforos que sólo son adornos, o un sinnúmero de salidas de emergencia que no abren, o una excesiva cantidad de servidores públicos que están de ornamento o reglamentos con un sinfín de recovecos.
Una diferencia es que el estilo de antaño sí es agradable.
Fotografía: Detalle de la fachada del templo de la Santísima Trinidad, cuyo campanario ya no está a la altura de otros tiempos ni tan derecho, debido al hundimiento de la ciudad.
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