Oxford, Inglaterra, 2007, Maureen, de 27 años, está cumpliendo uno de sus objetivos profesionales: estudiar su maestría en una de las mejores universidades del mundo.
De pronto le escribe un e-mail a su madre para darle una noticia que la deja paralizada: “soy María Magdalena, todo lo que se ha dicho de Dios está mal y a mí me tocó representarla en esta época, voy a salvar al mundo”, era obvio que Maureen estaba fuera de la realidad y cuando su madre la pudo ver ya estaba internada en el pabellón Riunis del hospital psiquiátrico Warneford, en Londres, donde ingresan a los que sufren enfermedades mentales graves.
Al escuchar esta narración podemos pensar que se trata del libreto de una película, pero es absolutamente real y es contada por la propia Maureen en su libro Soy un bipolar real
(enero, 2019).
Egresada de la carrera de Administración del ITAM ha tenido el valor de describir desde su propia experiencia el sufrimiento y el estigma que implica ser una bipolar tipo I en nuestro país.
Maureen nació y creció en Mexicali, B.C., hija única de una familia tradicional y, sin antecedentes genéticos, tiene la enfermedad. La estadística indica que se presenta hasta en dos por ciento de la población general. El Dr. Manuel Sánchez de Carmona, presidente de la International Society of Bipolar Disorders (ISBD), experto nacional en la enfermedad calcula que existen cerca de tres millones de personas con Trastorno Bipolar en México y que hasta 70 por ciento de los casos recibe un diagnóstico erróneo, y un 25 por ciento de los pacientes que no recibe tratamiento se suicida.
A Maureen después de recibir su diagnóstico le tomó siete años y otras dos hospitalizaciones entender que sí tenía la enfermedad, este mecanismo de negación es común en casi todas las enfermedades graves, el reconocer que es portadora le permitió darle constancia a su tratamiento el cual consiste en medicación y psicoterapia con psicoeducación.
A su psiquiatra, la Dra. Patricia Cruz, la conoció durante una hospitalización en la Ciudad de México y acude a terapia con el Dr. Constantino Flores, quienes en equipo con ella han logrado que su enfermedad esté controlada.
De acuerdo al Dr. David Miklowitz, profesor de psiquiatría de la UCLA y autor de The Bipolar Disorder Survival Guide, un elemento clave es que el paciente se conozca lo suficiente para identificar sus propios síntomas prodrómicos (que anuncian la recaída). Maureen ha notado que cuando empieza a ver los colores más brillantes “como en 3D” está empezando a salir de control y entonces acude a lo que ella llama línea “S.O.S. Bipolar” que es un grupo de WhatsApp donde están familiares y amigos que conocen su enfermedad y pueden avisarle a sus doctores, y es entonces que a su medicamento estabilizador (Litio), que toma siempre, se agrega lo que se conoce como “medicina de emergencia”, que en su caso es quetiapina, que la hace dormir más y regresar a su estado de eutimia.
De los temas relevantes que nos comparte Maureen es que estuvo en dos trabajos por un lapso de tres años en cada uno, el primero como Gerente General y el segundo como Directora de Mercadotecnia, en ambos con excelentes resultados profesionales; sin embargo, cuando comunicó a sus jefes su diagnóstico fue despedida, el estigma es el resultado de la ignorancia que considera a los bipolares como personas locas, raras, enojonas, intensas y es aquí donde surge la gran necesidad de alfabetizar a toda la población acerca de las enfermedades mentales para comprender que cuando una persona está en tratamiento no tiene ninguna desventaja para llevar a cabo sus actividades.
El trastorno bipolar es una enfermedad en la que existen fallas en los circuitos cerebrales que incluyen a los neurotransmisores, como la dopamina, y llevan a cambios en el estado de ánimo pasando por episodios de manía
(grandiosidad) y de depresión.
Fiel a sus principios Maureen fundó un movimiento que se llama Tiempo de Hablar, que tiene como objetivo eliminar el estigma, y su libro se puede comprar en www.tiempodehablar.com, su Twitter es @TeranMaureen y además tiene una plática muy didáctica en YouTube que se titula Soy norteña y soy bipolar/Maureen Terán.
Desde mi punto de vista, ella ha logrado una mezcla muy afortunada pues es una mujer muy inteligente, preparada, con gran resiliencia, y que ha buscado y encontrado el camino para mantenerse estable y conseguir sus
objetivos de vida.
En sus palabras: “tener trastorno bipolar me enseñó a ser mejor persona: a cuidarme, respetarme y amarme”.