Dicen por ahí que el dinero y los chismes se hicieron para contarse, y yo les voy a contar un chisme que tiene que ver con dinero, mucho dinero, dinero de todos los mexicanos usado para un programa social que todo parece indicar que va de mal en peor.
Hace una semana en el anuncio del Plan de Reactivación Económica para enfrentar la crisis generada por la pandemia del Covid-19 y la caída del precio del petróleo, el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que entregará 450 mil Tandas para el Bienestar adicionales a las 356 mil que ya se han dado en lo que va de su administración.
Hasta mis manos, llegaron los resultados de una investigación interna de la Secretaría de Economía que habla de lo mal planeado que está ese programa que apoya a los dueños de micronegocios en zonas de media, alta y muy alta marginación con créditos de seis mil y hasta 15 mil pesos.
Enumero aquí esas irregularidades: uno, no hay registro de los reembolsos que se supone los beneficiarios deberían hacer; dos, varias de esas tandas se entregaron sin que los destinatarios presentaran todos los documentos necesarios y tres, se advierte que se echó a andar sin tener las herramientas tecnológicas indispensables.
En el documento se lee que “actualmente la Dirección General de Planeación y Evaluación (DGPE) no cuenta con un sistema informático para el adecuado seguimiento de los reembolsos realizados por los beneficiarios del Programa de Microcréditos para el Bienestar que le permita una adecuada administración de la información y que garantice una rendición de cuentas transparente”.
También se agrega que “la Dirección General de Planeación y Evaluación deberá solicitar a la Dirección General de Tecnologías de la Información y Comunicación (DGTIC) que incluya en su programa de trabajo 2020, la elaboración de un sistema de control y seguimiento de los reembolsos que realicen los beneficiarios del Programa de Microcréditos para el Bienestar, mismo que permita mantener actualizada la información referente a los apoyos”; es decir, que se puso en operación sin contar con todas las herramientas tecnológicas para su control.
Por si fuera poco, en una revisión aleatoria se descubrió que al 20 por ciento de los expedientes analizados les faltaban documentos básicos como comprobante de domicilio, foto del negocio o beneficiario, cédula de entrega y hasta la firma que en los documentos no coincide con el del beneficiario.
Además, la investigación señala que los microcréditos se deberían entregar mediante transferencias bancarias, pero se hacen con órdenes de pago, cosa que no está dentro de la normatividad de las famosas tandas.
Con todas estas irregularidades, el Presidente prevé que se entreguen 450 mil tandas más, con un monto de tres mil 400 millones de pesos, dinero que —no hace falta recordar— es de todos los mexicanos.
Y no sólo esto, el otro riesgo es que dentro del Plan de Reactivación Económica se van a entregar un millón de créditos de 25 mil pesos cada uno, a microempresas y pequeños negocios, de ellos 500 mil a la economía formal y 500 mil a la informal, éstos son créditos sin intereses, a la palabra, es decir, que ese dinero corre el mismo riesgo.
Regresaréeeeeee!!!
