Morena quiere tener cuanto antes al sucesor de López Obrador. El panorama les pinta favorable, aunque habrá que ver qué pasa en los próximos meses y por dónde andarán los ánimos ciudadanos.
Han echado a andar el proceso a través de una irregularidad legal. Aseguran que van a elegir al defensor de la 4T, cuando lo que van a hacer es decidir al candidato o candidata a la Presidencia. A pesar de esta irregularidad, pareciera que las autoridades electorales están viendo pasar el asunto haciendo a un lado las leyes y su responsabilidad.
Lo delicado del asunto también está en el hecho de que no van a poder frenar a la oposición en lo que todo indica será también una elección temprana para tener a su representante en la boleta. Lo que haga con unos tiene que hacerlo con otros, lo que va a llevar a una violación del proceso electoral, lo cual podría ser motivo de impugnaciones interminables pasadas las elecciones.
La atención que está teniendo este proceso ha llevado a que pareciera que se va a elegir al próximo Presidente de México en él. La oposición está ausente y no se ve que vaya a vivir un proceso de sacudimiento que permita abrir la elección hacia otros parámetros ciudadanos.
El destape de Xóchitl Gálvez ha agitado en algún sentido la escena política. Después de que no fue recibida por el Presidente adquirió notoriedad y seguramente percibe que puede aspirar a más. Hace pocos días conversamos con ella y nos decía que tomó la decisión en consenso con un amplio grupo de amigos, su esposo y su hijo, el cual, por cierto, tiene reticencias justificables respecto a lo que se viene en la vida familiar y, sobre todo, con su mamá.
Xóchitl efectivamente puede agitar el ambiente, porque además es una mujer que camina con un pasado de trabajo, de esfuerzo y en el camino con altas dosis de imaginación en sus estrategias laborales y políticas. Nos dice que ya no es fifí, argumentando que los fifís son las corcholatas. Adán Augusto es millonario, Marcelo Ebrard ha vivido entre algodones y Claudia Sheinbaum tomaba clases de ballet a los nueve años, “ya quisieran muchas niñas hacer eso en sus vidas”.
Las corcholatas se adelantaron con todo y las irregularidades que esto conlleva y ya van mano. La oposición va a tener que hacer uso del ingenio, pero sobre todo del trabajo político que permita permear en el imaginario colectivo. Con lo que tiene ahora sigue dependiendo de los problemas que vaya enfrentando el Gobierno, el cual no se ve debilitado por más, como lo hemos mencionado en varias ocasiones, que día con día lo vaya alcanzando la terca realidad en algunos temas.
El problema que ya enfrentan las corcholatas son las confrontaciones internas. Por más que se contengan, cada vez hay más indicios de las diferencias. Al haber evadido el debate muchas cosas van a entrar en terrenos de declaraciones agresivas que van a provocar, de hecho, está sucediendo, malos entendidos.
Nadie pide que no haya confrontación lo que sucede es que al evadir el debate las cosas entran en otros terrenos como se está viendo. El proceso puede deparar sorpresas y alianzas, particularmente, porque van prevaleciendo dos de las seis corcholatas.
El fiel de la balanza sigue siendo el Presidente, si no, no se explican los pasajes del síndrome de quedar bien con el jefe. Ayer Marcelo Ebrard dio prueba de ello al proponer la creación de la Secretaría de la 4T (sic) la cual sería encabezada por “Andy”, o sea uno de los hijos de López Obrador, el cual ya dijo que no va.
Las corcholatas se van a confrontar con todo y en una de ésas quizá aparecen las alianzas que ayudarán a decantarse por alguna o alguno ayudándole en el camino al Presidente a hacer ver que no metió las manos.
RESQUICIOS.
Las razones por las cuales se invalidó la primera parte del Plan B son las mismas por las cuales se va a invalidar la segunda parte. Hicieron mal las cosas en el Legislativo, ésa es la razón, no otra; como sea, vendrá la andanada verbal.