Abuso y Desastre en Heineken

SPLIT FINANCIERO

Julio Pilotzi*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Los productores de cebada de Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México, organizados en el Sistema Producto Cebada México AC, han instalado un plantón frente a la Cervecera Heineken en Rafael Lara Grajales, Puebla. La protesta surge debido a que la empresa ha propuesto pagar 7,400 pesos por tonelada de cebada, 1,200 pesos menos del precio pactado de 8,680 pesos firmado hace tres años. La reducción se debe dice Heineken, a la importación del 20 por ciento de la malta. Pero este conflicto entre los productores de cebada y la empresa cervecera Heineken surge a raíz de un desacuerdo sobre el precio que la compañía paga por tonelada de este cereal. En 2022, los productores de cebada, organizados bajo el Sistema Producto Cebada, firmaron un acuerdo con la industria cervecera, en el cual se estableció una metodología para fijar el precio del grano, con el objetivo de mitigar el impacto económico en los agricultores frente a la fluctuación de los precios de los insumos y el mercado. El precio pactado fue de 8,640 pesos por tonelada de cebada, válido por tres años.

Sin embargo, en 2024, Heineken decidió imponer unilateralmente un precio inferior de 7,400 pesos por tonelada, argumentando la importación de malta, que ha reducido la demanda de cebada nacional en un 20%. Esta reducción ha generado un déficit de casi 2,000 pesos por tonelada para los productores, quienes consideran esta medida injusta y perjudicial para su economía, ya que el nuevo precio no cubre sus costos de producción, agravando las dificultades del sector agrícola en las regiones de Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México, donde se concentra la producción de cebada.

El impacto de esta decisión afecta a alrededor de 40 mil agricultores en todo el país, quienes cultivan cebada en aproximadamente 220 mil hectáreas. En algunos estados, como Tlaxcala, hasta 12 mil productores se ven afectados directamente por esta medida. Los agricultores dependen en gran medida de los contratos con las cerveceras, especialmente Heineken y Grupo Modelo, para comercializar su producción. Si bien Grupo Modelo ha mantenido el precio acordado de 8 mil 640 pesos por tonelada, Heineken ha optado por reducirlo, lo que ha generado una gran tensión entre las partes.

Como respuesta, los productores de cebada han organizado protestas frente a las instalaciones de Heineken en el municipio de Rafael Lara Grajales, Puebla, exigiendo que se respete el precio establecido en el acuerdo de 2022. Estas manifestaciones han incluido plantones y la amenaza de cerrar completamente las malterías de Grajales y Palma Gorda en Pachuca, Hidalgo, si no se llega a una solución favorable para los productores. Además de reclamar por el precio, los agricultores también han expresado su inconformidad por el uso intensivo de los recursos hídricos por parte de la cervecera, ya que consideran que la empresa se está beneficiando de los recursos naturales locales sin aportar lo suficiente a la economía de las comunidades productoras.

Los cebaderos han hecho un llamado a las autoridades, incluyendo a la Presidenta electa Claudia Sheinbaum y a la nueva legislatura del Congreso de la Unión, y por supuesto al Presidente Andrés Manuel López Obrador, para que intervengan en la situación y exhorten a las empresas a cumplir con los acuerdos pactados. La industria cervecera es uno de los principales compradores de cebada en México, y la estabilidad del sector depende de que se respeten los precios establecidos, lo que ha puesto en el centro del conflicto la importancia de una relación justa entre las empresas transnacionales y los productores locales. Si no se resuelve el conflicto, los productores han advertido que continuarán con sus medidas de presión, incluyendo el bloqueo de las instalaciones de Heineken y posibles acciones legales, buscando salvaguardar sus derechos y asegurar el sustento de miles de familias que dependen de la producción de cebada en el país.

Los manifestantes, reclamando un “precio justo”, también acusaron a la cervecera de acaparar los recursos hídricos de la región. Además, anunciaron que cerrarán las plantas de Grajales y Palma Gorda en Pachuca a partir del 6 de septiembre hasta que sus demandas sean atendidas. Este conflicto es el segundo en menos de cuatro meses contra Heineken, debido a la cancelación de contratos con productores del Altiplano. Más allá de esto agréguele que Heineken México se enfrenta a una controversia creciente debido a su relación con los productores de cebada del Bajío y Sonora, quienes han manifestado su descontento por los precios que la cervecera ofrece por tonelada de su producto. Actualmente, Heineken está adquiriendo la cebada a 5,600 pesos por tonelada, una cifra que los agricultores consideran inadecuada y que afecta significativamente sus ya ajustados márgenes de ganancia, agravando las dificultades que enfrentan en el sector agrícola.

La tensión aumentó en abril de 2024, cuando Heineken canceló una reunión clave con los productores de cebada sin reprogramarla, lo que incrementó la incertidumbre y frustración entre los agricultores. Esta falta de diálogo ha sido interpretada como una muestra de desinterés hacia las necesidades y preocupaciones de los productores, que dependen de estas negociaciones para asegurar precios justos. Además, la cervecera ha sido señalada por vender semilla “certificada” que, según los agricultores, no cumple con los estándares de calidad esperados, lo que ha reducido la superficie de plantación y afectado negativamente la productividad de los campos.

Otro factor que ha contribuido al malestar es la cancelación de contratos con los productores desde 2023, lo que, junto con la imposición de precios sin un proceso de negociación adecuado, ha generado un ambiente de desconfianza y conflicto entre ambas partes. Los agricultores consideran que estas acciones afectan no solo su economía, sino también el futuro de la producción de cebada en México, un insumo vital para la industria cervecera. Eso sí debe contratar a otra agencia de manejo de crisis porque la que tienen hoy es deficiente, se le han vendido como unos grandes estrategas pero son insufribles, carentes de talento, nefastos por decir lo menos, habremos de darle puntual seguimiento.

Voz en off. Hace un mes el fabricante de tequila José Cuervo decía que no preveía un impacto financiero tras un accidente en su planta en el centro de Tequila, Jalisco, donde hubo seis muertos y donde hoy continúan las investigaciones, pero incluso en los pasillos de la compañía, de Juan Domingo Beckman, actúan como si absolutamente nada hubiera sucedido. Su acción abre hoy con una caída de 3.7%, ubicándose en los 31.4 pesos. Anótelo a que sus ganancias de un 18% en el primer trimestre, a 1,004.37 millones de pesos (casi 61 millones de dólares), en medio de una baja en las ventas de sus marcas de bebidas alcohólicas…

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