Desde chiqueros. Hoy, hace exactamente 10 años, comencé a escribir esta colaboración —publicada inicialmente como Tinta ITAM en la versión digital de este periódico—, como parte de un experimento académico.
Con el paso del tiempo, la publicación –en la que participábamos tres personas– se convirtió en una colaboración individual con imagen y nombre propio, se transformó en Contraquerencia y se publicó, ya también, en la versión impresa de La Razón.
A lo largo de estos años, en este espacio he podido escribir de materia electoral —en un inicio, la temática principal de la columna—: del diseño de boletas —mi primerísima publicación—, de la desaparición y (re)aparición de partidos políticos, de cinco procesos electorales —incluidas dos elecciones presidenciales y una elección constituyente—, de dos consultas ciudadanas hechas al vapor y del embate frontal hacia el INE y su desmantelamiento.
Como no podía ser de otra forma, he escrito de política —mucha política—: del dólar a punto de romper la barrera de los 16 pesos en el tipo de cambio, de la fuga y reaprehensión del Chapo, de la muerte de Fidel Castro, de los cincuenta años del movimiento del 68, de la caída de la Línea 12 del Metro, de dos presidentes y una Presidenta de México, de la destrucción del Poder Judicial, de una interminable guerra en Ucrania y de dos arribos del mismo impresentable a la presidencia estadounidense.
También escribí un homenaje a Juan Gabriel tras su dolorosa partida, de un sismo terrible que azotó a la Ciudad de México y la solidaridad que provocó en medio de la tragedia, de una pandemia y la forma en que nos cambió la vida, de la partida de un gran amigo en esos tiempos tan aciagos, del complicado retorno a la normalidad después del Covid y de la añoranza de bellas épocas tras la desolación que dejó el paso de dos huracanes por el Puerto de Acapulco.
Y, de igual modo, he escrito de dos mundiales de futbol, de toros y toreros, de la suspensión y retorno de las corridas a la Plaza México y de la defensa de la tauromaquia ante los cada vez más constantes embates que buscan prohibirla.
Este espacio ha significado un canal de expresión para compartir una opinión y un análisis de lo que acontece e influye en nuestro entorno día con día y que puede ser de interés del público lector. Pero, sin duda alguna, también ha representado el lugar para externar gustos, aficiones, emociones y sentimientos de todo tipo, cuando la ocasión lo ha ameritado, lo cual es verdaderamente invaluable.
Mi afecto a los colegas Pedro, Raúl Abraham y Juan Ramón, con quienes —en diferentes etapas— he compartido esta aventura. Un enorme agradecimiento a Mario Navarrete y Adrian Castillo, quienes me han abierto las puertas permanentemente de La Razón. Gracias totales a Horacio Vives —creador inicial del proyecto—, quien me invitó e impulsó a participar como colaborador habitual. Y un agradecimiento especial a ustedes, apreciables lectoras y lectores, quienes me han permitido llegar a sus manos y me han acompañado a lo largo de una década, con mi firme intención y anhelo de que puedan ser muchos años más.
eduardonateras@hotmail.com / @eNateras