Nada bien cayó al interior de las bancadas de Morena, el definir que no habrá reelección entre diputados, senadores y en donde haya elecciones populares.
Fue una medida que pretende desactivar a los diputados que no son de su equipo o afines a ella, de eso no hay la menor duda. De paso también algunos senadores de Morena se siente afectados, como es el caso del zacatecano Saúl Monreal, quien siente que va adelante en las escuestas de los políticos que aspiran a gobernar su estado.
Al igual que el Senador, Gerardo Fernández Noroña siente preocupación, por la no reelección, pues cuando se termine su mandato legislativo, también terminará Sheinbaum. Y luego que hará para buscar otra posición, será como diputado, porque en la Cámara Alta le quemarán las posibilidades.

Magnicharters, de pena
Por eso puede ver con optimismo al líder la bancada guinda, Adán Augusto el responsable de marcar la línea para aprobar esa reforma que, posterior enviará al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez para su discusión y aprobación.
No hay problema de votos, en ambas cámaras les alcanza a Morena y aliados los dos tercios que se necesitan para aprobarla por ser de corte Constitucional, sin la necesidad de la oposición, es más no hay necesidad que se presenten, el partido oficial tiene la mayoría calificada para aprobarlos sin despeinarse.
Sin embargo, el mensaje de fondo que manda Palacio Nacional es muy agresivo, sobre todo para la Cámara de Diputados y su líder Ricardo Monreal.
Le cuento, Sheinbaum con estas bancadas no tiene el Congreso a su favor, a pesar que son de su partido, el saliente López Obrador le puso candados en San Lázaro y el Senado con dos corcholatas con las que se enfrentó, en la elección para la candidatura Presidencial.
Salieron chispas y un lodazal de ambos bandos, todos contra todos, pero más Sheinbaum contra Monreal y Marcelo Ebrard que los quería fuera de su camino ante la imposición que marcaría López Obrador como su favorita.
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El priiismo tanto, Diputados y como Senadores condenan la conducción errática, desatinada e irresponsable de la política exterior de México, así como la relación trilateral con Estados Unidos y Canadá por parte del Gobierno de Morena. La iniciativa de la Presidenta de la República para reformar los artículos 19 y 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos bajo el pretexto de fortalecer la soberanía nacional es, evidentemente, una medida para evadir la responsabilidad de los gobiernos de Morena, que han entregado la nación al crimen organizado; atentando contra la democracia, el Poder Judicial y los organismos autónomos; y fracasado en garantizar condiciones de seguridad en el país. La realidad es que Estados Unidos y Canadá no confían en el gobierno de Morena porque la evidencia documental y periodística indica que en México impera un “narcogobierno”, registrando a una serie de gobernadores, presidentes municipales, legisladores, funcionarios de alto nivel y dirigentes partidistas. La Constitución Mexicana cuenta con un articulado que, de manera exhaustiva, aborda la definición y los mecanismos prácticas que para la defensa de la soberanía nacional. Así lo expresan los artículos 39, 40 y 41, que dejan claro que la soberanía reside en el pueblo de México; el artículo 33, que prohíbe que los extranjeros se metan en la política nacional; y el artículo 89, que ya obliga a la Presidenta a dirigir la política exterior con base en la autodeterminación, la no intervención y la solución pacífica de controversias. El problema es que los gobiernos de Morena han puesto en riesgo la soberanía nacional con su incompetencia, con su ignorancia, con medidas para concentrar el poder absoluto y con lo único que han hecho es perpetuar la incertidumbre jurídica, la opacidad y la corrupción que tanto daño le han hecho a nuestro país.
+++ La Cámara de Senadores publicó en la Gaceta Parlamentaria la iniciativa que envió la titular del Ejecutivo Federal, Claudia Sheinbaum Pardo, para reformar el artículo 19 y 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y fortalecer la soberanía nacional.
El proyecto de decreto plantea adicionar dos párrafos al artículo 40 de la Carta Magna, para establecer de manera categórica que:
“El pueblo de México, bajo ninguna circunstancia, aceptará intervenciones, intromisiones o cualquier otro acto desde el extranjero, que sea lesivo de la integridad, independencia y soberanía de la nación, tales como golpes de Estado, injerencias en elecciones o la violación del territorio mexicano, sea ésta por tierra, agua, mar o espacio aéreo”.
Además, establece que “tampoco consentirá intervención en investigación y persecución alguna sin la autorización y colaboración expresa del Estado Mexicano, en el marco de las leyes aplicables”.
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El Banco de México acaba de confirmar lo que millones de mexicanos ya siente en el bolsillo; la economía va a picada. Bajaron el pronóstico de crecimiento al 0.6 por ciento y en el peor escenario, podríamos entrar en recesión.
Esto es resultado directo de las malas decisiones de Morena que ha dejado al país, sin rumbo, con menos inversión, menos empleo y más pobreza.
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En serio se creyeron que en las elecciones de jueces, magistrados y ministros, militantes y simpatizantes del partido guinda, podrían aparecer con sobrenombres verdaderamente ridículos que ni siquiera vale la pena recordar. Bien puede señalarse que ya ni la burla perdonan y todo esto lo inició la flamante ministra Lenia Batres Guadarrama, que llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, (SCJN), porque el expresidente Andrés Manuel López Obrador la impuso y no por su capacidad.

