La filosofía política de Villoro alcanzó su expresión más completa en su libro El poder y el valor, de 1997. La primera parte del libro se ocupa del valor como un preámbulo de la política. El valor, afirma Villoro, se puede encontrar en el mundo, no en el mundo de los hechos, sino en el mundo de los hechos vividos por un ser humano. Pero el valor también se puede descubrir de una manera negativa cuando vivimos su carencia. “Valor es pues lo que aliviaría una privación, aplacaría la tensión del deseo, volvería pleno un mundo carente.
Valor es lo que nos falta en cada caso. La realización del valor en un bien determinado suspendería, al menos parcial y temporalmente, la sensación de carencia.” Esta manera de vivir el valor a través de su ausencia es quizá la más común, entonces no se trata de aprehenderlos en el mundo sino de realizarlos en él mediante nuestros actos.
Hacia el final de su vida, Villoro ofreció una teoría de la justicia que completa su propuesta en filosofía política. Una característica de esa teoría es que adopta una ruta distinta de las dos teorías de la justicia más prominentes de finales del siglo XX: la de John Rawls y la de Jürgen Habermas. Villoro ofrece una teoría negativa de la justicia. En vez de definir a la justicia y luego examinar las condiciones de injusticia en la que vive la mayor parte de la humanidad, sobre todo en los países más pobres, Villoro toma una ruta inversa: comienza por examinar las distintas modalidades de la injusticia para, a partir de allí, entender a la justicia como la no injusticia. Villoro examina diversas manifestaciones de la injusticia y llega a la conclusión de que todas ellas coinciden en ser versiones de la exclusión. De esa manera, al caracterizar a la injusticia como exclusión, define de manera negativa a la injusticia como no-exclusión. La teoría negativa de la justicia de Villoro es un ejemplo de cómo hacer una filosofía desde el sur global, que tome en cuenta las condiciones en las que viven los habitantes de esa región del globo y que, al mismo tiempo, se pueda formular de una manera cultivada y rigurosa. Se trata de una filosofía que parte de las condiciones históricas de su lugar de enunciación y que responde a los problemas reales de las comunidades desde donde se plantea. Villoro no sólo propone una manera de reflexionar filosóficamente sobre la justicia que se distingue de la de Rawls y Habermas, sino que ofrece un nuevo modelo de cómo hacer una filosofía latinoamericana.

Magnicharters, de pena
La filosofía política de Luis Villoro ofrece una alternativa a la crisis de la democracia liberal, en la que la política se funda en una ética basada en el rechazo de todo tipo de exclusión.

