BRÚJULA ECONÓMICA

El pesimismo de la OCDE

Arturo Vieyra*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.  Foto: larazondemexico

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ha generado gran preocupación con sus pronósticos, que presentan un sesgo marcadamente pesimista, especialmente para México. Vale la pena destacar los principales puntos relacionados con el crecimiento económico.

En su informe “OECD Economic Outlook, Interim Report: Steering through Uncertainty, March 2025”, la OCDE expone un panorama de la economía global en el que señala el aumento de la incertidumbre política y la implementación de nuevas barreras comerciales como factores que afectan el crecimiento.

Llama la atención que las proyecciones se basen en los escenarios más pesimistas, asumiendo como escenario base (mayor probabilidad de ocurrencia), que a partir de abril de 2025 se impondrán aranceles bilaterales del 25% en casi todas las importaciones de mercancías entre Canadá y Estados Unidos, así como entre México y Estados Unidos. Además, se consideran medidas de represalia por parte de Canadá y México.

Por otro lado, el informe también plantea un escenario más moderado, en el que se asume que Estados Unidos mantendrá la exención de aranceles más altos para las importaciones desde Canadá y México que cumplen con el T-MEC, lo que reduciría el impacto negativo en el crecimiento económico.

En el escenario base, México enfrentaría una recesión profunda, con una contracción del PIB de -1.3% en 2025 y -0.6% en 2026. En contraste, en el escenario con menores aranceles, se proyecta un crecimiento modesto del 0.1% en 2025 y del 0.8% en 2026.

De hecho, la OCDE estima que México sería el único país con una caída en la producción en ambos años. Para Canadá, por ejemplo, se proyecta en el escenario base una desaceleración del crecimiento, pasando del 1.5% en 2024 al 0.7% en 2025 y 2026. En el escenario con menores aranceles, el crecimiento sería más sólido, alcanzando el 1.3% en 2025 y 2026. Por su parte, Estados Unidos experimentaría solo una desaceleración, con un crecimiento que pasaría del 2.8% en 2024 al 2.2% en 2025 y al 1.6% en 2026.

Existen varias consideraciones importantes sobre estas estimaciones. En primer lugar, se trata de pronósticos, no de datos definitivos; su validez depende de los supuestos en los que se basan. Por ejemplo, la caída proyectada del PIB mexicano supone que se cumplirá la amenaza de Trump de imponer un arancel máximo del 25%, lo que representa un escenario extremo. Sorprende, además, la mayor probabilidad que la OCDE otorga a este escenario.

En segundo lugar, hasta la fecha, la mayoría de los analistas en México y el Banco de México no coinciden con este pronóstico. Los primeros tienen un consenso positivo sobre el crecimiento de 0.7% para este año, mientras que Banxico prevé un 0.6%. Esto sugiere que, a diferencia de la OCDE, no están considerando un escenario de imposición de aranceles del 25%.

En tercer lugar, la incertidumbre es tan elevada que solo hasta que Estados Unidos defina los aranceles en abril y México responda, se podrá establecer un panorama con mayor certidumbre. Por ahora, resulta difícil anticipar las consecuencias de una posible fragmentación del comercio global y una inflación persistente, por lo que hay que tomar con cautela el escenario base de la OCDE.

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