La transformación del ecosistema financiero mexicano sigue avanzando en nuestro país dejando saber que pueden darse casos interesantes en este sector. De ahí que Nu México, filial del banco digital brasileño Nubank, sea noticia al recibir la primera autorización por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). El caso es interesante porque se le da para operar como institución de banca múltiple en el país. Aunque la solicitud había sido presentada desde octubre de 2023, y era predecible la aprobación por este sector, es muestra de la fortaleza de este negocio y de la expansión natural de uno de los neobancos marcando la pauta que otros seguirán en un cambio profundo en el panorama bancario mexicano.
Esta autorización representa mucho más que un trámite regulatorio. En un país donde la concentración bancaria es alta y el acceso a servicios financieros aún está lejos de ser universal, la llegada formal de Nu como banco múltiple promete abrir nuevas posibilidades. Otros han fracasado en su intento de ser digitales.
Durante la última década varios proyectos que apostaron por modelos 100% virtuales no lograron consolidarse. Bankaool, considerado el primer banco digital de México, enfrentó serias dificultades operativas y regulatorias que lo llevaron a perder relevancia hasta quedar prácticamente inactivo; el vergonzoso Accendo Banco, aunque no exclusivamente digital, también fracasó tras problemas financieros severos, o los fraudes señalados como AlquimiaPay de Sergio Loredo Foyo, del que seguimos esperando respuestas. Incluso fintech que intentaron ofrecer servicios bancarios de forma indirecta han tenido que reformular sus estrategias o cerrar operaciones al no alcanzar masa crítica de usuarios ni niveles sostenibles de rentabilidad.

Magnicharters, de pena
Se habla que una plataforma tecnológica robusta, una oferta enfocada en la experiencia del cliente, una estrategia de comunicación clara y un modelo de negocio capaz de crecer de manera ordenada mientras cumple con las estrictas exigencias regulatorias mexicanas.
Desde su llegada en 2019, Nu ha captado millones de usuarios, principalmente a través de su tarjeta de crédito y su cuenta de ahorro con rendimientos competitivos. ¿Es el ejemplo del éxito?, por supuesto que no, porque todos tienen detalles a perfeccionar, pero se confía en ellos para consolidar lo que sí puede llegar a ser éxito.
Con la licencia bancaria en proceso, Nu planea ampliar su portafolio para incluir productos de inversión, portabilidad de nómina y servicios financieros diseñados específicamente para pequeñas y medianas empresas. La entrada en estos segmentos ha sido abandonada por bancos tradicionales pero que hoy se adaptan para llevarse un pedazo de este jugoso negocio. Eso sí, el proceso aún no ha concluido, porque después de ser palomeado Nu México debe obtener la aprobación operativa final de la CNBV, que validará que sus operaciones cumplen plenamente en la práctica con las normas que rigen a las instituciones de banca múltiple, y detalles regulatorios. La posibilidad de que un banco 100% digital logre consolidarse en el país puede redefinir la competencia, obligando a las instituciones tradicionales a acelerar su transformación digital y mejorar sus servicios para retener a los usuarios más jóvenes y exigentes, es la misión. Si Nu México logra completar su transición a banco múltiple y mantiene su ritmo de crecimiento, su caso podría sentar las bases para una nueva etapa en la historia financiera del país: una donde la inclusión financiera ya no dependa únicamente de abrir sucursales físicas, sino de democratizar el acceso a servicios financieros a través de plataformas tecnológicas accesibles para millones de personas.
Nu México sigue apostando a la mercadotecnia y a consolidarse y llegar a otros sectores de la sociedad, pero eso no quiere decir que no deba de supervisarse a fondo para que no tengamos penosos episodios como con la fintech Albo, que sigue operando con fragilidad; Klar, que ha tenido que modificar su modelo de negocio por baja rentabilidad en los primeros años; Oyster, que dijo adiós en 2022, y otros que no son necesariamente fintech pero sí negocios piramidales convertidos en fraudes y señalados en denuncias como Aras Business Group, y Alta Servicios Financieros. Incluso hoy se habla de fraude piramidal con criptomonedas con señalamiento de Billions Trade Club. En la mesa están iniciativas que buscan también regular y sancionar a las empresas fraudulentas que operan principalmente en redes sociales. Bien por Nu México; ahora, a seguir demostrando que su negocio es serio buscando ser una opción interesante para los mexicanos.

