Jotamario Arbeláez, seudónimo del publicista, periodista y poeta colombiano José Mario Arbeláez Ramos (Cali, 1940). Miembro clave del Movimiento Nadaísta fundado en 1958 por el poeta Gonzalo Arango junto a otros escritores antioqueños (Jaime Jaramillo Escobar, Rosa Girasol, Eduardo Escobar, Amílcar Osorio, Dukardo Hinestrosa ...). “Grupo literario, artístico y filosófico de contracultura en Colombia, influenciado por el existencialismo, el surrealismo, la generación Beat y las vanguardias artisticas europeas y estadounidenses” (Armando Romero). Vida y autonomía. Vida y pasión. Vida y poesía: bandera del nadaísmo.

Mi reino por este mundo. Los poemas de la vida (FCE, 2023) reúne la obra lírica de Jotamario: Zona de tolerancia (1958 – 1962), Corresponsal de guerra (1962–1964), El cuerpo de ella, El profeta en su casa, Paños menores, La casa de memoria, Zen y Santidad (y Ceniza), Coloquio del alma y el cuerpo, Cantando con cantáridas, Mi crucifixión rosada. Más de sesenta años de faena decidida con el verbo. “Jota / mario / lo saluda / él es un hombre como pocos / de medidas palabras y piel suave / cual pellejo de vino /[...] / Jotamario penetra en los supermercados / pensando siempre en lo que habrá más acá del horizonte” (“Carta de presentación”).
Poesía en conjunciones humanas en que el amor retumba desde radiaciones donde la exaltación sexual, lo irreverente y lo delictivo conforman cifras de un exorcismo humorístico en el propósito de desacreditar los preceptos establecidos. “Mundo óyenos que te estas destruyendo. // Mundo escúchanos que nos está destruyendo. // OH PADRE MUNDO TEN PIEDAD DE NOSOTROS”.

Magnicharters, de pena
Jotamario apuesta por el riesgo en la búsqueda, por diferentes rutas, de una nueva irradiación que alumbre espacios que parecían nublados de alucinaciones: “Ciego en la mitad del espejo / Así es este siempre que somos / Esta manera de sabernos llenos de lodo / Escuchábamos una música que nos daba la razón / de por qué corrió con tan mala fortuna / el hombre del brazo de oro”.
Hay un reflujo donde “lo real e irreal autobiográfico” (Armando Romero) se despliega en la codificación de un enigma que otea la poesía de Jotamario: “el poeta crea el poeta que no es el poeta que es el poeta que crea el poeta” (Armando Romero). “Nadie quiso creer que Jotamario era un profeta / y él mismo terminó por olvidarlo / cambió el misterio por los ojos de ella / su manera tan suya de amenazar y de prever /por su manera de ella de morder y de torturar / supuso que si nínive iba a ser destruida / el debería ser destruido con nínive”.
Designio de romper con los arcaicos esquemas que circunscribían a la poesía colombiana. “Hay los grandes contadores de sueños, que nunca duermen. /Y los que se inventan sueños contra el insomnio. / Hay los que nunca sueñan, ni siquiera despiertos. / Y los que no recuerdan lo que soñaron. / Hagamos luz sobre los sueños”. Jotamario despierta cada mañana con la fantasía en los ojos: un ángel errante dibuja el sigilo de su sombrero de copa. Jotamarianas: “Cuando ella habla dormida / me tapo los oídos / para que no despierte / mis sospechas” * “El sexo / es el camino / más corto / de un corazón / a otro” * “El amor / es eterno /mientras dura / dura”.

Mi reino por este mundo
- Autor: Jotamario Arbeláez
- Género: Poesía
- Editorial: FCE, 2023

