Finalizó el torneo regular de nuestro futbol con encuentros emocionantes y desenlaces que por momentos nos hizo recordar aquellos cierres emocionantes en donde todos los encuentros se jugaban a la misma hora. Así fueron los 90 minutos en Monterrey y Guadalajara; bueno, en realidad un poco más por el desfase que existió entre los partidos entre Chivas-Atlas y Tigres-Pumas y que valdría mucho la pena que la Liga debería poner atención y realizar las recomendaciones con las televisoras en pro del fairplay.
Vaya que se echan de menos esos cierres en donde se definían el acomodo en la tabla general, los últimos puestos a la fiesta grande, y claro, el condenado a jugar en segunda división el siguiente año. Un poco de esas emociones se vivieron el sábado por la noche, en la que muchos aficionados estuvieron con el control remoto navegando entre el Universitario de Nuevo León y el Estadio Jalisco. Ambos duelos hay que reconocer, se vivieron con la entrega correspondiente; tanto afición como jugadores y entrenadores, dejaron el alma en la cancha. Ya después viene el análisis de la calidad, de las decisiones, del nivel futbolístico.
Por un lado quedó plasmado un fracaso rotundo para las Chivas, uno más para la gestión de Amaury Vergara, a quien hoy la afición del Guadalajara encuentra como el gran villano de esta melancólica historia. Que un equipo del tamaño de las Chivas no logre terminar ubicado en los primeros 10 puestos del torneo, es inadmisible para sus seguidores y para el futbol mexicano en general. Contrataciones como las de Javier Hernández y Alan Pulido demuestran que la planeación deportiva no viene enfocada en lo deportivo, si no desde lo económico y tal vez, lo emotivo. Hoy nuevamente en Chivas será empezar de cero. Ya le dieron las gracias a Gerardo Espinoza, quien es el menos culpable y únicamente será un nombre más en una lista que parece no tener fin.

Espaldarazo familiar
Y al mismo tiempo que se hundía el barco del Rebaño, a unos kilómetros del Jalisco, los Pumas de Efraín Juárez se aferraban al milagro del Atlas, que lograran aguantar el empate ya que los del Pedregal, no pudieron sumar puntos en una visita más a Tigres. Tal vez no un logro que los Pumas puedan presumir, pero al menos arañaron ese décimo lugar que les garantizó una oportunidad más para cerrar con dignidad su participación en el Clausura 2025. Realmente la diferencia entre ambos clubes, tanto Pumas como Chivas, es mínima, ambos proyectos nacieron de la incertidumbre; porque en Guadalajara se habla de Chicharito y Pulido, pero del otro lado nadie entiende el fichaje de Funes Mori. Empatados en puntos, en diferencia de goles, lo único por lo que Pumas está y Chivas no, fueron tres goles anotados.
Ahora a esperar el desarrollo del playin, y tener la paciencia para que transcurran más de 14 días para tener a los 8 finalistas y comience la Liguilla, ya sabremos si el flamante tricampeón se verá las caras con su pesadilla, los Tuzos del Pachuca, o será Monterrey y Ramos los rivales del América. También en este tiempo tendremos Concachampions, con Tigres y Cruz Azul como protagonistas de una de las semifinales, y ver si Messi consigue dar el paso a una final más. Y claro, la Champions sin el Real Madrid continúa, con lo que los aficionados no perderemos ritmo en estas dos largas semanas de pausa en nuestro futbol.
