No es un secreto para nadie las deficiencias de mantenimiento que afectan el funcionamiento y la seguridad del sistema de transporte público subterráneo más grande de América Latina, con una red de 12 líneas y 195 estaciones. El encargo para Rubalcava es inmenso
Vaya bienvenida la que le dio el Metro de la Ciudad de México a Adrián Rubalcava, quien como aquel super héroe que gritaba “Llamas a mí”, en horas se le incendió el cargo en sentido literal y figurado.
Apenas habían pasado 24 horas de haber sido nombrado como nuevo director general del Sistema de Transporte Colectivo Metro, cuando el exalcalde de Cuajimalpa —mientras esquivaba los venenosos dardos por su nombramiento al interior de su nuevo partido— supo lo que era amar a Dios en tierra de la Línea B, con la falla que provocó un gran caos esta semana.
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Toda una noche atendiendo la emergencia, para que al día siguiente la misma Línea registrara apagones y otras fallas, con todo lo que ello implica para miles de usuarios.
No es un secreto para nadie las deficiencias de mantenimiento que afectan el funcionamiento y la seguridad del sistema de transporte público subterráneo más grande de América Latina, con una red de 12 líneas y 195 estaciones.
El encargo para Rubalcava es inmenso desde muchos flancos —empezando por el político— en el medio más vital para la movilidad en la Ciudad de México, que durante 2024 transportó a mil 171 millones 800 mil personas, con un incremento del 5.1 por ciento en comparación con el año anterior.
El Sistema de Transporte Colectivo que recibe Adrián Rubalcava se encuentra sumido —desde hace varios años— en una crisis de la que no ha podido recuperarse desde el colapso de la Línea 12 en 2021.
Por las 26 vidas que se perdieron en aquel episodio, por el robo de toneladas de cable que sólo en 2022 causaron pérdidas por unos 50 millones de pesos, por el choque en la Línea 3 en 2023, que ocasionó la muerte de una mujer y dejó más de 50 heridos, y recientemente por las más de 40 denuncias por “pinchazos” que han provocado una enorme psicosis entre los usuarios.
El Metro de la Ciudad de México enfrenta una serie de problemas operativos, incluyendo la renovación de la Línea 1, cuya rehabilitación iniciada en 2022 presenta un retraso de más de dos años.
Ni qué decir sobre la viabilidad de cumplir la promesa de renovar la Línea 3, que también es de alta demanda.
Claramente el nuevo director del Sistema de Transporte Colectivo Metro tiene a muchos de sus más duros oponentes al interior del gobierno de la Ciudad de México, pero por fuera, en su primera visita a las instalaciones del Metro fue duramente criticado por no utilizar el equipo de seguridad protocolario en áreas restringidas y muchos subrayaron su inexperiencia para el cargo.
Al respecto Rubalcava, en una actitud mediática —¿o instrucción?— muy distinta a la que solía manejar como alcalde, no ha salido a atender a medios de comunicación, ni siquiera para defenderse de los ataques.
Aunque desde Palacio Nacional, la Presidenta Claudia Sheinbaum haya sido la primera en salir a cerrar filas con él desde la mañanera, expresándole su confianza y pidiendo a sus detractores: “Critíquenlo después de que desarrolle su actividad”.
Adrián Rubalcava fue militante del PRI y su cambio de afiliación a Morena ha sido señalada por algunos como un acto de oportunismo político, que han reclamado duramente a la Jefa de Gobierno Clara Brugada.
Mientras tanto, el manejo de comunicación de Rubalcava durante la primera semana de su dirección, sobre los incidentes que se presentaron en algunas estaciones del Metro, llama poderosamente la atención.
Porque siendo un funcionario históricamente mediático y hasta estridente, arrancar su administración al frente del sistema de transporte más importante del país “a tuitazos oficializados”, sin atender una sola entrevista en medios formales de comunicación, ya generó la primera semana de profunda molestia entre reporteros y titulares de espacios de noticias.
Así, Adrián Rubalcava estaría empezando su gestión con el pie izquierdo si decide repetir los usos de sus antecesores, que terminaron prácticamente saliendo por la puerta trasera…
El funcionario que tanto presumió haber conseguido el primer lugar en percepción de seguridad para la alcaldía Cuajimalpa que gobernó en tres ocasiones, ahora tiene el reto de mejorar la percepción de seguridad y servicio del accidentado Metro de la Ciudad de México.
¿Será ese golpe de realidad lo que hoy lo mantiene secuestrado en cuentas oficiales de las “benditas” redes sociales...?