DESDE LAS CLOACAS

Dos tipos de cuidado

El Duende. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
El Duende. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Después de un tórrido romance que inició hace apenas nueve meses, el pasado jueves se terminó la luna de miel entre el hombre de mayor poder económico del mundo, Elon Musk, y el de mayor poder político, Donald Trump.

Las descalificaciones comenzaron en redes sociales a través de una serie de tweets en sus cuentas oficiales donde empezaron a pegarse con Toño, Lupita y Flor, ¡jajajajaja!

Se lanzaron cualquier tipo de acusaciones, desde reproches de ingratitud y provocaciones, hasta escándalos de índole sexual y amenazas directas.

Pero, ¿por qué se terminó el romance entre estos personajes? Le cuento.

Antes que nada, no olvidemos que Musk fue uno de los más notables seguidores de Trump en su regreso a la Casa Blanca, donando incluso casi 300 millones de dólares para su campaña presidencial.

Por su parte, Trump se dejó asesorar por Musk en casi todos los temas y le dio carta abierta en asuntos políticos, económicos y sobre todo presupuestales.

Eran el ajonjolí de todos los moles, se les veía juntos por todos lados, desde la toma de protesta de Trump como el presidente número 47 de Estados Unidos, hasta en el campo de golf de Mar-A-Lago, Florida, donde el republicano organizó una gran recepción para festejar su triunfo.

Pero, como novela de García Márquez, esto fue la “crónica de una muerte anunciada”, todo el mundo sabía que la ruptura en algún momento se daría. Su relación se detenía con alfileres y tenía los días contados, era una bomba de tiempo, dinamita que sólo necesitó una chispa para estallar.

Ese fuego llegó cuando la Cámara de Representantes de EU aprobó el paquete fiscal de Trump que tocaba directamente a Tesla, una de las empresas del magnate sudafricano, al quitarle los subsidios a todos los vehículos eléctricos. En ese momento, Musk despotricó con todo hacia la reforma fiscal calificándola de “repugnante”.

Mientras tanto, Trump contestaba que le sorprendía la postura del dueño de Space X, quien siempre le dijo que tenía razón en todo y hasta fue motivo de que, a principios de marzo, presentara a la prensa —desde la oficina Oval— unas nuevas gorras con la leyenda: “Trump was right about everything”.

Musk desconoció las declaraciones de Trump y dijo que a él jamás le informaron de las “letras chiquitas” de dicha reforma y eso bastó para que viniera el rompimiento.

La bomba más fuerte, tal y como lo declaró Musk, cayó cuando el propio Elon aseguró que Trump aparecía en los archivos no publicados de Jeffrey Epstein, el magnate financiero acusado en 2008 de liderar una red de pedofilia y tráfico de menores.

¿Qué pasará en el siguiente capítulo de la telenovela Trump-Musk?

Algo sí es seguro, ambos pagarán costos muy altos en esta pelea que apenas comienza.

Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeeee!

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