A 20 días de las elecciones de Durango y Veracruz, ha habido un procesamiento de los resultados electorales que permiten conocer los detalles de lo que sucedió en los comicios. En los votos por partido en Durango y Veracruz, Morena alcanzó el 30.4 por ciento, Movimiento Ciudadano el 18.9 por ciento, el PAN 14.2 por ciento, el PRI 13.5 por ciento, el PT 11.2 por ciento, y el PVEM 7.4 por ciento.
Morena logra mantenerse como primera fuerza, sin embargo, el tamaño de la abolladura resultó enorme, porque mostró las debilidades y excesos del régimen actual. Primero, por su excesiva dependencia de las alianzas, segundo por el agotamiento de las medidas de gobierno que muestran los desgastes de las políticas actuales, y tercero porque exhibió las resistencias internas al mando heredado de Andy Jr. como nuevo líder moral del movimiento.
Movimiento Ciudadano por su parte irrumpe como segunda fuerza. La elección extraordinaria de Puebla del año pasado, mostraba la posibilidad de que esto sucediera, sin embargo, las encuestas preelectorales no presentaban un escenario tan claro de competitividad; pese a ello, el resultado del día D, fue sorpresivo. En Veracruz, la fuerza naranja se llevó 41 municipios, mientras que en Durango se fue al segundo lugar tanto en Gómez Palacio como en la capital, incluso desplazando a Morena del segundo lugar.

Góbers felices en el sorteo
Para el PAN y el PRI, el resultado fue el que marcan las encuestas nacionales; sus fuerzas continúan teniendo presencia en los principales municipios urbanos del país, como fue el caso de Durango y Boca del Río, pero no logran sacudirse del largo periodo de declive que comenzó hace aproximadamente una década.
En el caso del PVEM y PT, logran establecer su valor como fuerzas políticas con respecto a Morena, que, durante mucho tiempo los ninguneó y los visualizó hincados, pero que ahora necesita de ellos en su coalición electoral y de gobierno. Cualquier cambio de rumbo, de estos partidos, podría poner en entredicho la continuidad del gobierno, así como generar nuevas coaliciones y escenarios de cambio en el país. No se podría descartar nada respecto a estos partidos, que hoy representan casi 19 por ciento de la votación por fuerzas políticas.
Estos resultados marcan el primer hito en el ciclo electoral 2024-2027, que seguramente llevará a los partidos a recalibrar sus estrategias. De entrada, los primeros que han hablado del recalibramiento son los verdes y los petistas; por ejemplo, en Veracruz, para el PT la jornada fue un éxito, mientras que al término de la misma, el PVEM anunció que revisaría la conveniencia de continuar en dicha alianza. Y es que, por primera vez en mucho tiempo, hubo municipios que vivieron el costo de las derrotas de una coalición, donde los partidos coaligados, quedan en muchas ocasiones replegados debido al traslado de votos.
En el caso del PAN, parece que ha crecido en una enorme mayoría el ala interna que pide no aliarse más con el PRI. Y es que estos 6 años de alianzas priistas, significaron un enorme trasvase de los negativos, que dieron forma al mítico PRIAN, y alimentaron la narrativa oficialista. Por lo que seguramente evaluarán si apostar a una estrategia propia o buscar nuevas alianzas electorales.
A Movimiento Ciudadano, su estrategia de competición en solitario, le rinde frutos; se va convirtiendo en una fuerza política, con mayor presencia, y con resultados de doble dígito. Es una fuerza que muestra ánimo, pero que en adelante tendrá como sus mayores retos, ganar más diputaciones de mayoría y refrendar el gobierno de Nuevo León.

