PESOS Y CONTRAPESOS

Del crecimiento (2/2)

Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Anualmente, comparando cada trimestre con el mismo trimestre del año anterior, este fue el crecimiento del PIB en los dos primeros trimestres de 2025: 0.6% y 1.2%, 0.6 puntos porcentuales más, el 100%.

Trimestralmente, comparando cada trimestre con el trimestre anterior, este fue el crecimiento del PIB en los dos primeros trimestres de 2025: 0.2% y 0.7%, 0.5 puntos porcentuales más, el 250%.

Anualmente, en el segundo trimestre, el PIB creció 100% más que en el primero. Trimestralmente creció 250% más. Ambos resultados apuntan en la dirección correcta, mayor crecimiento, pero los dos están lejos del mayor crecimiento posible de la economía.

En términos anuales, durante el primer semestre de 2023, el PIB creció 3.75% (3.9% primer trimestre, 3.6% segundo). A lo largo del primer semestre 2024 creció 1.5% (1.8% primer trimestre, 1.2% segundo), 2.25 puntos porcentuales menos, el 60%. Durante el primer semestre de 2025 su crecimiento fue 0.90% (0.6% primer trimestre, 1.2% segundo), 0.6 puntos porcentuales menos, el 40%. Lo malo: dos semestre de menor crecimiento (de 3.75% a 1.50% a 0.90%). Lo bueno: dos semestres de menor crecimiento cada vez menor (de 60% a 40%).

En términos trimestrales, a lo largo del primer semestre de 2023, el PIB creció 0.8% (0.8% primer trimestre, nuevamente 0.8% segundo). Durante el primer semestre 2024, el crecimiento fue 0.10% (0.0% primer trimestre, 0.2% segundo), 0.7 puntos porcentuales menos, el 87.5%. A lo largo del primer semestre de 2025 creció 0.45% (0.2% primer trimestre, 0.7% segundo), 0.35 puntos porcentuales más, el 350%. Resultado: primer semestre 2024 menor crecimiento (0.10% contra 0.80%), malo; primer semestre de 2025 mayor (0.45% contra 0.10%), bueno.

Comparando con el periodo anterior, tanto en términos anuales, como trimestrales, en el segundo trimestre el PIB creció más, lo cual es una buena noticia. El problema es que esos mayores crecimientos siguen estando lejos del mayor crecimiento posible de la economía, y no porque exista un porcentaje que pueda establecerse a priori como el mayor crecimiento posible de la economía, del cual no encontraríamos lejos, sino porque no están dadas las condiciones para que se logre, independientemente de la tasa de crecimiento, un mayor crecimiento de la economía. Esto es lo preocupante.

¿De qué depende el crecimiento de la economía, que se mide por la producción de bienes y servicios para el consumo final, el PIB? De las inversiones directas, que los empresarios destinan a producir bienes y servicios, crear empleos y generar ingresos, y que suman ya ocho meses consecutivos, de septiembre a abril, de crecimiento negativo, 4.59% en promedio mensual.

¿De qué depende cuánto invierten directamente los empresarios? De la confianza que tengan para hacerlo, misma que va a la baja. En escala de cero a cien en junio del año pasado dicha confianza fue de 38.4 puntos. En junio pasado fue de 30.3.

Menor confianza empresarial para invertir directamente = menos inversiones directas = menor crecimiento del PIB = menor crecimiento de la economía.

No están dadas las condiciones para que se logre, independientemente de la tasa de crecimiento, un mayor crecimiento de la economía. Preocupante. Todo indica que al gobierno no le importa. Más preocupante.