Las redadas migratorias de ICE no sólo son ataques deliberados contra la comunidad latina en Estados Unidos, también afectan a diferentes industrias del vecino país del norte, siendo la de la construcción una de las más visibles. La política antiinmigrante de Donald Trump daña cada día más a sectores clave para el crecimiento económico de esa nación, como la agricultura, la ganadería, el turismo y, sobre todo, la construcción.
Éste último el dato por sí solo es revelador: aproximadamente 54 por ciento de los migrantes que trabaja en la construcción es indocumentado.
Al transitar por las calles de la Unión Americana, cada vez es más común ver obras inconclusas y construcciones detenidas, ya que no hay personal que se haga cargo.

Cónclave para el regalo de Alito
Estados como California, Nevada, Texas, Florida y Nueva York, donde la mano de obra se ocupa prácticamente todo el año, debido a su desarrollo continuo y crecimiento económico, se están quedando sin empleados.
A principios de abril de este año, las constructoras más importantes de Estados Unidos redujeron sus operaciones hasta en un 50 por ciento debido a las redadas.
La Asociación de Constructores de Viviendas de Estados Unidos calcula que para compensar el déficit histórico de hogares en el país de las barras y las estrellas, se requeriría contratar a 723 mil trabajadores anualmente.
Esta cifra parece imposible de alcanzar si tomamos en cuenta que la mano de obra migrante —en su gran mayoría— es indocumentada.
El tema es de total conocimiento en la administración trumpista, al grado que el propio presidente tuvo que salir a reconocer que los trabajadores migrantes que deporta no son fáciles de sustituir.
De acuerdo con empresarios de la construcción, el miedo que han generado las redadas incluso afecta a trabajadores con permisos temporales de trabajo que, al tener familiares indocumentados, simplemente ya no se presentan a trabajar.
Esto está pegando en muchas empresas, ya que además de carecer de esa fuerza laboral, se ven obligadas a hacer recortes —por presión del Gobierno estadounidense— y a prescindir de gente con experiencia en sus compañías por no tener papeles.
The Walt Disney Company, Amazon, Nestlé y Walmart son algunas de las corporaciones que han tenido que despedir personal y enfrentarse al complicado proceso de encontrar reemplazos.
Con estas decisiones, el Gobierno estadounidense se está dando un balazo en el pie y me hace recordar las sabias palabras de la abuela Dondinéa: “Nadie sabe el bien que tiene hasta que lo ve perdido”.
Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeeeee!!!

