A pesar de las advertencias de Estados Unidos, México sigue enviando cada vez más crudo, combustibles, contratando médicos y enviando todo tipo de productos, hasta libros de texto, al régimen cubano.
No se está ayudando desde el Gobierno de México al pueblo cubano, eso sería ayuda humanitaria, lo que se está apoyando es a quien maneja esa dictadura que tiene a su pueblo sumergido en la pobreza.
Son cientos de millones de dólares regalados al régimen cubano sin ninguna contraparte, ni siquiera un aligeramiento de las condiciones de vida de la población o alguna tímida apertura política.
El régimen es cada día más cerrado y dictatorial, y la energía que les envía México le llega solamente a grandes hoteles para turistas extranjeros que son propiedades militares, y a los líderes del partido y el gobierno, que siempre tienen luz en sus casas mientras la población goza de apenas, dos, tres, cuatro horas de luz eléctrica al día.
La dictadura cubana, encabezada por Miguel Diaz-Canel, encontró en su relación con México la fuente inagotable de riqueza, porque nuestro Gobierno lo ha dotado de combustible y le ha regalado otros recursos desde hace siete años, sin decirnos a cambio de qué.
SU SUELDO, PARA OTROS
Y también le ha comprado materiales como balastro, que hay en México y más barato, para apoyar al régimen cubano.
Pese a las advertencias de Estados Unidos sobre posibles sanciones para aquellos gobiernos que sigan subsidiando al régimen de Cuba, en este 2025 la administración de Claudia Sheinbaum incrementó los envíos de combustible a la isla.
Una investigación de la organización Mexicanos contra la Corrupción reveló que tan sólo de mayo a junio de 2025 el reporte fue de 39 embarques de Pemex, con un valor de 850 millones de dólares. Fueron 10 millones 230 barriles de petróleo crudo y 132.5 millones de litros de productos identificados como turbosina, aceite diésel y gasolina regular.
Al Gobierno mexicano le preocupa poco lo que ocurre en su propio territorio, el costo de la gasolina para los consumidores mexicanos y sí quiere apoyar a la dictadura cubana con los impuestos que pagan los mexicanos. Como si ese dinero no hiciera falta en nuestro país.
Porque esos cargamentos de combustible que parten desde Tampico, Tamaulipas, y Coatzacoalcos, Veracruz, no son destinados para el cubano de a pie, sino para abastecer y mantener los negocios de militares y funcionarios cubanos, quienes siempre cuentan con servicio eléctrico y alimentos de buena calidad, mientras que el resto de la población padece por los constantes apagones eléctricos y permanece en pobreza extrema.
Muchas veces los cubanos sin recursos deben esperar y aprovechar las pocas horas en las que cuentan con energía eléctrica para llevar a cabo sus actividades, porque saben que no hay un horario fijo, y como puede llegar en la madrugada, puede hacerlo en la noche o a mediodía.
Pero eso sí, hoteles de lujo manejados por los militares, como Torre K, hoteles en Varadero y Manzana Kempinski, cuentan con luz a toda hora.
Hoy en Cuba, las Fuerzas Armadas Revolucionarias se han hecho con el control del 44% de las habitaciones del sector hotelero, y lo hacen a través del Grupo Gaviota.
Los ciudadanos cubanos no pueden comer lo que quieran, deben utilizar la libreta de abastecimiento, que les dice qué y cuánto pueden comer.
El Internet también lo administra el Estado para controlar los contenidos y a la población.
Quien proteste contra el régimen es detenido.
Pese a todo este control militar, el Gobierno de México financió al régimen castrista con 387 millones de pesos para los libros de texto gratuitos en Cuba.
Desde el 2018, el Gobierno mexicano ha enviado recursos de los mexicanos a la dictadura castrista, por ejemplo, con la contratación de médicos cubanos, cuyo trabajo se le pagó al gobierno de Díaz-Canel, no a los doctores. Eso, además, es la esclavitud moderna.
El programa comenzó en 2021, con la llegada de personal médico para brindar apoyo por la pandemia de Covid-19, pero ha seguido hasta este 2025.
A través del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar), el Gobierno mexicano ha gastado millones de pesos para traer, distribuir y mantener a médicos cubanos que vinieron al país. Todo esto con recursos que deberían de ser utilizados en México, por ejemplo, en medicinas que tanta falta hacen.
Al Gobierno mexicano se le hace fácil hacer estos regalos. Total, ellos no generan el dinero, son recursos de quienes tributamos en este país.
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En noviembre del 2024, el periodista Mario Maldonado documentó en su columna de El Universal que parte del negocio del balastro utilizado para construir el Tren Maya era manejado, en parte, por el empresario Jorge Amílcar Olán Aparicio, quien vendió a la Secretaría de la Defensa Nacional con un sobreprecio de casi el 70% respecto al promedio de lo que la dependencia había adquirido el mismo material a otras proveedoras.
Según los contratos con otras empresas a los que tuvo acceso el columnista, los montos a los que se adquirió la piedra a las compañías vinculadas con el amigo de Andrés Manuel (Andy) y Gonzalo (Bobby) López Beltrán, son 55% más altos que los que el Gobierno de México tuvo que pagar por el balastro proveniente desde Cuba.
Y eso que el balastro que se ha comprado a Cuba ya tiene un precio mucho más alto que el que se puede encontrar en México, claro, sin intermediarios que se llevan un dineral.
A principios de marzo del 2023, en esta columna documentamos que llegó a Puerto Morelos, Quintana Roo, el buque carguero Melody, procedente de Cuba, con 20 mil toneladas de piedra porfirita, la cual fue triturada para ser convertida en balastro para las vías del Tren Maya.
Se situó enfrente de Puerto Morelos y bajó el ancla en una zona supuestamente permitida. Pero con el movimiento del mar, se fue desplazando la cadena del ancla a la zona protegida y destruyó parte importante del arrecife.
El ancla se bajó en el Parque Nacional Arrecifes de Puerto Morelos, el cual forma parte del Gran Cinturón de Arrecifes del Atlántico Occidental o Gran Arrecife Maya (la segunda barrera arrecifal más grande del mundo), que pertenece al Sistema Arrecifal Mesoamericano. Este punto se encuentra frente al muelle de Puerto Morelos, donde ya fondea el buque Melody.
Desde finales de 2022, cuando ya se sabía que el balastro iba a ser desembarcado en Puerto Morelos, ambientalistas habían advertido que se tenía que analizar muy bien dónde iba a anclar el buque para que no generara daño al arrecife.
Hay que recordar que en el arrecifal ubicado frente a las costas de Puerto Morelos no existe una autorización de impacto ambiental en donde se detallen las maniobras, las medidas de mitigación ni los daños potenciales al entorno.
No solamente se compró balastro a Cuba a un sobreprecio, sino que dañaron la pared del arrecife. Un daño irreparable.