ENFOQUE MANUAL

El poder de Trump

Laura Garza*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Donald Trump, curiosamente, se ha convertido en un mediador en una guerra que lleva poco más de tres años entre Rusia y Ucrania, cuando su personalidad voluble mantiene alerta para saber qué tanto cambiará de opinión después de supuestos acuerdos o promesas.

Recién vimos la semana pasada la cumbre en Alaska entre Estados Unidos y Rusia, para días después ser testigos de una segunda oportunidad por parte de Volodymyr Zelezsky de lograr acordar en Washington con el presidente Trump.

Esta ocasión Zelensky no fue solo, ni tampoco fue en su tradicional atuendo de militar color verde, por el cual J.D. Vance. y Trump lo catalogaron de irrespetuoso ante los medios y sus anfitriones.

El mandatario ucraniano decidió ceder y cambiar su estrategia para plantarse frente a uno de los hombres más poderosos del mundo, así que respetó su fuerte vínculo hacia su gente y acudió vestido totalmente de negro, traje, camisa y corbata.

Zelenzky se adaptó y pasaron seis meses para sobrellevar aquella “trifulca” en la Oficina Oval.

Esta vez no fue solo, sino que de último momento confirmaron la asistencia países miembros de la OTAN, quienes están de acuerdo con el derecho que tiene Ucrania en elegir sus propias medidas de seguridad, aunque este no pertenezca a los países miembros.

Acudieron

Friedrich Merz de Alemania, Emmanuel Macron, Alexander Stubb de Finlandia, Mark Rutte OTAN, Ursula Von Der Leyen presidenta de la Unión Europea, Giorgia Meloni de Italia y Keir Staimet de Reino Unido.

Una reunión convertida en una cumbre de líderes europeos para plantear su firme posición de apoyar a Zelenzky.

Las demandas por parte de Ucrania fueron claras como las de Trump para ellos, aunque es importante destacar que dentro de las conversaciones el resto de los países presentes terminaron por adular al presidente norteamericano por su ímpetu en lograr un acuerdo de paz.

Visualmente tuvimos esta imagen compartida en las redes sociales del presidente Donald Trump, la cual simboliza una escena políticamente correcta y vehemente de lo que en realidad él buscaba.

Le pido que lo veamos desde uno de los más grandes egos, y también estratega político que si bien le gustan las rabietas en público como acordar algo frente a las cámaras y cambiar cuando estas no están.

La Oficina Oval de la Casa Blanca, el espacio de trabajo del presidente, en donde seguramente se cierran los acuerdos más importantes y privados. Esta parte del encuentro sumamente cerrado, sin las comitivas completas de cada invitado, muestra a seis países (podrían ser siete, pero no se ve la presencia del Primer Ministro de Reino Unido), a expensas de lo que Estados Unidos piense, hable y decida.

De izq. a der. vemos a la expresiva e inigualable Giorgia Meloni de Italia, Ursula Von Der Leyen de la Unión Europea, Friedrich Merz de Alemania, Emmanuel Macron, Alexander Stubb de Finlandia, Mark Rutte, OTAN.

Atrás de ellos el equipo de Estados Unidos. Si lo viéramos en un tablero estos siete países acorralados y sin salida a expensas del país norteamericano.

En la reunión en una de las salas se habló de un bloque europeo y el norteamericano, claro y divisorio, a pesar de que estaban sentados en una mesa rectangular con Trump al centro, pero cercano a Macron y a Meioni, acá no.

El presidente norteamericano logró sentarlos como él quiso y en el lugar que él quiso para tener esta imagen tan representativa. “El bloque europeo” mirando, esperando y soportando la decisión o las promesas que allí se acordaran, porque no iba a hacer más.

Meloni, siempre la más clara con sus ademanes y posturas, la más incómoda pero que tenía que estar. Después de felicitar a Trump por querer mantener la paz, nos la encontramos con un humor distinto. Ursula respetuoso y paciente, Merz de Alemania fue el único que sonó un poco negativo en su discurso, por lo que su postura coincide al mirar a Trump un tanto incrédulo.

Emmanuel Macron en su papel, sin cruzar la línea de llamar la atención, Alexander uno de los más jóvenes atento, Zelenzky con la apertura total de escucha, pero atento y Turre también en su papel de mediador.

El acuerdo final fue uno por la paz, no al cese al fuego. Como diría Donald Trump “La paz a través de la fuerza” y yo diría “La Paz a través de lo que yo digo yo”.

Mire qué parte del cuerpo es la que vemos de Trump en la imagen, sí solo su mano derecha cerrada por completo sobre su escritorio. Allí manda él aunque siente países lo miren y escuchen con detenimiento y respeto diplomático.

Una imagen que nos recuerda que no siempre a quien tenemos a la vista tiene el poder.

Foto compartida en redes sociales del presidente Donald Trump ı Foto: Redes sociales
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