La Ciudad de México (CDMX), la más grande del país, tiene un modelo de seguridad distinto: un solo mando policial que coordina a las 16 alcaldías.
Proteger a una ciudad como ésta no es tarea fácil…, pero se está logrando. La seguridad en la CDMX, pasa por un buen momento. No se trata de triunfalismo, sino de un balance de tendencias: los delitos de alto impacto muestran reducciones sostenidas desde 2018. En lo que va del año, con nueve meses contabilizados, la capital registra 12 por ciento menos que el año anterior y, si la comparativa se hace contra 2019, el descenso alcanza 60 por ciento. En el homicidio doloso, uno de los indicadores más duros en seguridad, la caída ronda el 10 por ciento respecto al año pasado.
Entrevistamos, junto con Jorge Fernández Menéndez, a Pablo Vázquez, secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX (SSC), sobre el manejo de la seguridad en la ciudad y los grandes retos.

Golpe a casinos
Pablo Vázquez admite que siempre habrá episodios que sacuden la percepción por la naturaleza del caso, por el lugar donde ocurren o por su amplificación mediática, pero insiste en leer la película completa. “Si nos vamos a las tendencias generales, la ciudad registra menos violencia que hace seis o siete años. Y no es casualidad: es el resultado de una estrategia que comenzó al inicio de la pasada administración y que se ha mantenido y fortalecido”, explica.
Esa continuidad es uno de los rasgos que él subraya. Hubo un arranque complejo en 2018-2019: inercias de corrupción, rezagos operativos y células criminales con fuerza en ciertas zonas, pero cuando entró en vigor la estrategia diseñada entonces por Claudia Sheinbaum, entonces jefa de Gobierno de la ciudad, y con Omar García Harfuch al frente de esta secretaría, y ahora con la Jefatura de Gobierno de Clara Brugada; la gráfica comenzó a cambiar: inteligencia, investigación, coordinación interinstitucional y una mirada que combina acción policial con prevención social. “La fórmula no es eslogan: es trabajo diario”, resume.
Y es que la CDMX tiene particularidades que la diferencian del resto del país: es corazón político y económico, nodo logístico y destino turístico; por aquí pasa todo. Cuenta con una de las policías más numerosas y antiguas del continente: más de 86 mil elementos entre las distintas fuerzas. Un mando único que coordina a las 16 alcaldías y sostiene la operación desde una Sala Magna donde la historia policial se lee en murales y placas.
NUEVO MODELO DE SEGURIDAD

Ese tamaño no es un fin en sí mismo; obliga a la actualización constante: tecnologías de videovigilancia, fortalecimiento del C5, profesionalización, protocolos para manifestaciones y grandes eventos, y capacidad de coordinación con la Federación y los estados vecinos.
“Somos una ciudad con aeropuerto, polos de inversión y turismo; nuestros retos no son idénticos a los del Estado de México o Morelos. Debemos ajustarnos todo el tiempo”, apunta Vázquez.
La coordinación metropolitana es otro eje. Los fenómenos delictivos no respetan límites administrativos: robos de vehículo con trayecto interestatal, desapariciones reportadas en un lado y homicidios cometidos en otro, células que se mueven de alcaldías a municipios conurbados.
“Trabajamos caso por caso con la fiscalía y seguridad del Estado de México, y también con Hidalgo, Puebla, Morelos. Hay grupos de tarea y carpetas espejo. Cuando un delito nace o pasa por la capital, seguimos la pista y entregamos información; cuando ocurre lo inverso, recibimos apoyo. Ésa es la norma”, dice.
La extorsión es hoy uno de los delitos que más preocupa a comerciantes y familias. A nivel federal, es de los ilícitos con alzas intermitentes; en la capital, la administración local decidió colocarlo como prioridad desde la transición.
En noviembre se lanzó una estrategia específica con tres frentes: fortalecimiento institucional, prevención y atención inmediata y, crucialmente, reformas legales que el Congreso capitalino aprobó en diciembre. Dos cambios son claves: la persecución de oficio (ya no se requiere denuncia para iniciar investigación ante una noticia criminal) y la reclasificación de la extorsión: de delito patrimonial a delito contra la vida y la integridad.
El efecto inmediato fue un incremento de carpetas de investigación. Para Vázquez, esto no significa más víctimas, sino más visibilidad y acción: “Estamos investigando más y deteniendo más. En 2025 llevamos un 50 por ciento más detenciones por extorsión que el año previo. Y, al mismo tiempo, la victimización medida por indicadores como la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) se mantiene estable o a la baja. Es un signo de que la estrategia funciona”. Septiembre, añade, cerró con una reducción importante respecto a agosto en carpetas por este delito.
Hay investigaciones que por su relevancia pública exigen sigilo. Entre ellas, el ataque directo contra el empresario conocido como Micky Hair y el doble homicidio de dos altos funcionarios del gobierno capitalino, Ximena y José, cercanos a la Jefa de Gobierno, “Son indagatorias en curso”, dijo. “Trabajamos con métodos de fuerzas de tarea: Federación, ciudad y, donde aplica, estados colindantes. En el caso de los dos funcionarios, hubo 11 acciones coordinadas CDMX-Edomex con 13 detenidos por organización, logística, proveeduría y manejo de información. Se han liberado y cumplimentado órdenes por asociación delictuosa y homicidio, y surgieron nuevas líneas para dar con la célula material y los autores intelectuales. No habrá impunidad”, asegura.
La misma lógica aplica a episodios que cruzan de la CDMX al Estado de México, como el caso de los dos cantantes colombianos, que fueron hallados asesinados en el Estado de México. Se hizo un videoseguimiento, hubo intercambio de información y acompañamiento entre fiscalías que permitieron reconstruir el trayecto de estos cantantes. Sobre el ciberataque reportado al C5 capitalino, Vázquez es puntual: “Fue contra la página pública, no comprometió operación de videovigilancia ni bases de información. Se informó en su momento: no hubo afectación que pusiera en riesgo el sistema”.
La reciente detención de un líder del Tren de Aragua en la capital fue resultado del trabajo de la Federación, con apoyo operativo y de inteligencia de la ciudad. Sobre éste y otros grupos internacionales, Vázquez hace dos precisiones.
Primera: la CDMX reconoce desde hace años la presencia de delincuencia organizada “un tabú en otras épocas”, pero lo hace para medir y dimensionar con rigor, sin sobredimensionar.
Segunda: la ciudad no estigmatiza a comunidades migrantes, por lo que algunos connacionales cometen. “Nuestro foco no es el pasaporte, son las conductas y la violencia que generan. Y para eso necesitamos coordinación federal e incluso cooperación internacional. Por eso hemos creado áreas de asuntos internacionales dentro de la policía local”, explica.
¿Cómo se sostiene una operación de 24 horas los siete días de la semana?, le preguntamos a Vázquez.
El secretario responde que está con su equipo, que es muy bueno. Subsecretarios y subsecretarias de carrera, con tramos de control claros, que responden y resuelven. “Este trabajo es intenso y no da tregua, pero cuando tienes un equipo sólido y una institución con capacidades acumuladas, la complejidad se administra. Los resultados y la experiencia de los últimos años colocan a la policía capitalina como referente nacional”, dice.
“Dormir ocho horas seguidas no siempre es opción; lo que sí es innegociable es la vocación”, asegura.
Las prioridades son reducir la violencia comunitaria y armada; combatir la violencia contra las mujeres y en los hogares; golpear la extorsión y el robo de vehículos.
La inteligencia sobre grupos existe y es útil, pero el foco operativo sigue siendo el comportamiento delictivo: “En esta ciudad, quien crea que con violencia puede avanzar la agenda de su grupo o hacerse de los recursos ajenos, recibirá toda la atención y la acción de la autoridad”, advierte el funcionario capitalino.
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Pablo Vázquez Camacho
Formación: Pablo Vázquez Camacho tiene una licenciatura en Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y estudios en el extranjero, como una maestría en Política Criminal por la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, y una especialización en Delincuencia Organizada en Sicilia y Macedonia.
Trayectoria: Su experiencia en cargos públicos a nivel federal incluye la titularidad temporal de la Unidad de Prevención de la Violencia y el Delito de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSP); la dirección general de Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad de la Subprocuraduría de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la República (FGR) y la dirección de Investigación y Estrategias para la Prevención Social de la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana en la Secretaría de Gobernación (Segob).

