El anterior Pesos y Contrapesos lleva por título Industria, decrece, lo cual, dado que para minimizar la escasez (el hecho de que no todo alcanza para todos, menos en las cantidades que cada uno quisiera, y mucho menos gratis), debe producirse la mayor cantidad posible de bienes, el 33.7% de los cuales proviene de la industria, es una mala noticia.
Este Pesos y Contrapesos lleva por título Inflación, crece, lo cual, ya que para minimizar la escasez se requiere, además de que se produzca y ofrezca la mayor cantidad posible de satisfactores, que el dinero aumente su poder adquisitivo (que haya deflación) o, por lo menos, que no lo pierda (que no haya inflación), es también una mala noticia.
Mido al Banco de México con la vara que quiere ser medido, que en este caso es la meta de inflación que el mismo se impuso, 3.0% más/menos un punto porcentual de margen de error (margen amplísimo), y en función del objetivo de su política monetaria, lograr la inflación del 3.0% y mantenerla en 3.0%.
Un poco de historia. Entre marzo de 2021 y diciembre de 2024 sumamos 46 meses ininterrumpidos con la inflación por arriba de la máxima aceptable, 4.0%, con la máxima en agosto y septiembre de 2022, 8.70%, y la mínima en diciembre de 2025, 4.21%, 6.01% en promedio durante ese periodo, muestra de la poca eficacia del Banco de México para mantener la inflación dentro de los márgenes de la meta, entre el 2.0% y el 4.0%.
En enero pasado, por primera vez en 46 meses, la inflación resultó menor que 4.0%, y así se mantuvo, con tendencia alcista, cuatro meses: enero, 3.59%; febrero, 3.77%; marzo, 3.80%, abril, 3.93%. No se revirtió la tendencia alcista, y en mayo y junio la inflación se ubicó por arriba del 4.0%, 4.42% y 4.32%, tendencia bajista que se mantuvo llevándola a 3.51% en julio, 3.57% en agosto, 3.76% en septiembre, dentro de los márgenes de la meta, pero con dos meses consecutivos de inflación cada vez mayor, 0.06 puntos porcentuales en agosto, el 1.71%, y 0.19 en septiembre, el 5.32%. ¿Resultado? La inflación, nuevamente, alejándose de la meta puntual, 3.0%.
¿Cuál es el resultado si, en vez de atender a la inflación general, atendemos a la inflación subyacente, que excluye los bienes con precios más volátiles (productos agropecuarios), y los bienes y servicios cuyos precios no se determinan en el mercado por el acuerdo entre oferentes y demandantes (energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno), razón por la cual resulta una mejor medición de la inflación?
Esta ha sido la inflación subyacente en lo que va del año (entre paréntesis pongo la general): enero, 3.66% (3.59%); febrero, 3.65% (3.77%); marzo, 3.64% (3.80%); abril, 3.93% (3.93%); mayo, 4.06% (4.42%); junio, 4.24% (4.32%); julio, 4.23% (3.51%); agosto, 4.23% (3.57%); septiembre, 4.28% (3.76%).
¿Qué debe esperarse de la inflación subyacente? Que converja hacia la meta de inflación del 3.0%. En México, ¿lo está haciendo? En marzo estaba en 3.64%. En septiembre en 4.28%, la mayor en lo que va del año.
¿No convendría calificar al Banco de México, no por el comportamiento de la inflación general, sino por el de la subyacente?
Por lo pronto, la industria decreciendo, la inflación creciendo, y en el horizonte la amenaza arancelaria de Trump, cuya tregua más reciente vence el 29 de octubre.