LAS CLOACAS

La nueva “Dama de hierro”

El Duende. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

No cabe duda, las mujeres siguen haciendo historia. El año pasado nos tocó presenciar un hecho histórico, la llegada al poder de Claudia Sheinbaum, la primera mujer Presidenta de México.

Ahora tocó el turno a Japón, que, a partir de la semana pasada, y también por primera vez en su historia, tiene una primera ministra.

Su nombre, Sanae Takaichi, quien asumió el cargo de una nación con un sistema político tradicionalmente gobernado por varones y donde la igualdad de género aún sigue siendo un reto.

Sin duda, su llegada al poder marca un antes y un después en la historia de las mujeres en el país nipón, esto a pesar de las críticas y las descalificaciones de las que ha sido objeto.

Muchas de éstas, por tener un perfil totalmente conservador y por el cual sus opositores aseguran que difícilmente se dará una apertura importante en la tierra del Sol Naciente.

Para muestra un botón, Sanae ha declarado ser una gran admiradora de la llamada “Dama de hierro”, la exprimera ministra británica, Margaret Thatcher.

De hecho, sus discursos no han ido en el sentido de potenciar la defensa de la equidad de género o la diversidad, incluso tiene posturas muy controvertidas, como oponerse a la igualdad en el trabajo o las escuelas y rechazar abiertamente el matrimonio entre personas del mismo sexo.

También se ha pronunciado por fortalecer al ejército y endurecer las políticas migratorias.

Takaichi llega al poder con 64 años de edad y siendo la lideresa del Partido Liberal Democrático, además, asume la encomienda en un momento complicado para Japón por la fricción que existe en sus relaciones diplomáticas con China y Corea del Norte.

También encuentra el reto de reactivar la economía y hacer crecer las inversiones, para mantenerse como una de las principales potencias económicas, no sólo de la región sino del mundo.

Sus primeras palabras al asumir el cargo, dicen mucho de lo que será su administración: “Yo misma abandonaré la palabra equilibrio entre la vida y el trabajo, yo trabajaré, trabajaré, trabajaré, trabajaré y así seguiré”, aseguró la mandataria.

Después de ser electa por el Parlamento, asistió al Palacio Imperial para su nombramiento en presencia del emperador Naruhito.

Su primer acto como primera ministra fue ordenar al Ministerio de Justicia japonés reforzar las medidas contra la migración en todo el territorio nipón.

Estoy convencido que los ojos del mundo estarán muy pendientes de su desempeño y decisiones, sobre todo por la nación que encabeza y su trascendencia global.

Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeeee!!!

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