En la Biblia, específicamente en el libro de Reyes, aparece una escena que hoy cobra especial sentido.
Elías, el líder, el hombre que había guiado a su pueblo durante años, sabedor de que su tiempo había terminado, llegó al momento de entregar su manto a Eliseo, y en el tiempo en que se afianzaba su poder, Elías todavía aparecía ocasionalmente para advertir, aconsejar o insinuar que podría volver si la situación lo ameritaba, así lo cuenta el antiguo relato bíblico. Sin embargo, llegó el día en que Elías intentó intervenir de nuevo, y Eliseo le respondió con serenidad y firmeza: “Quédate en Betel; yo continuaré”.
Esta semana reapareció en la escena pública Andrés Manuel López Obrador para dar a conocer su nuevo libro, al cual tituló Grandeza. En esa obra habla del legado cultural de las civilizaciones originarias y su herencia para México y el mundo: “Gracias a ese legado de conocimientos, valores, costumbres, tradiciones y arte, México, a pesar de los pesares, sigue siendo una potencia cultural en el mundo”, dijo a cuadro.

Beethoven, Berlioz y Norma Lazo
En ese mensaje en video que ronda los 49 minutos de duración, hace reflexiones también sobre su vida, defiende las cifras de su administración, envía mensajes de cariño a sus huestes, pero también, como es característico de él, dejó un mensaje subliminal que nos llena de interrogantes, esto después de haber reiterado que seguiría retirado y jubilado:
“… todavía es temporada de zopilotes, y hay buitres y hay halcones”, “les decía, yo saldría para defender la democracia, saldría también para defenderla a ella; si hay intentos de golpe de Estado…”, “…y si se viola la soberanía, entonces sí saldría a las calles”.
Tales declaraciones motivaron a la Presidenta Claudia Sheinbaum a decir en su conferencia de prensa habitual: “Afortunadamente, no estamos en ninguna de las tres circunstancias”.
Con esto, la Presidenta agradeció el gesto, aunque pareciera más un mensaje cargado de intriga que de ayuda, porque ni modo que diga “sí, ya lo queremos de regreso”; eso sería como aceptar que hay ingobernabilidad o que no puede con la responsabilidad. Las declaraciones de AMLO buscaron ponerla en un callejón; sin embargo, contestó tajante, tal como lo hizo Eliseo a Elías, que, si bien reconocía a su antiguo mentor, también sabía que ya era hora de que éste descansara.
Ahora bien, ¿quiénes son esos buitres, zopilotes y halcones? No seamos inocentes: es por todos conocido que, si bien sí hay voces que intentan desestabilizarla, la realidad es que los mayores enemigos se encuentran al interior de su gobierno, de su partido y de las cámaras.
Quizás Andrés se refería a quienes se oponen a recibir órdenes o seguir esa agenda con aroma al pasado. Quizás también a quienes han destapado la podredumbre que caracterizó algunas áreas de su gobierno. Quizás se refería a quienes expusieron en medios las incongruencias de su familia. Eso está por verse.
Por lo pronto, la Presidenta Claudia Sheinbaum dejó muy en claro su postura, la cual no fue un rechazo, fue una señal de independencia y madurez. Al igual que en la Biblia con Elías y Eliseo, el mensaje de Claudia a don Andrés fue que la conducción ya estaba en manos del nuevo líder y que el antiguo debía aceptar su retiro, o lo que es lo mismo: no hay para qué salir.
Reenviado.
“En la transición dije que al (ex)presidente López Obrador ahora le toca un momento de reflexión…”
-Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de México
