En 1558, Isabel I ascendió al trono. En ese tiempo, Inglaterra era un avispero: una economía frágil, la nobleza dividida, y las potencias extranjeras haciendo planes de conquista. Ante la adversidad que presentaba su entrada al poder, era necesario enviar un mensaje duro, una advertencia a internos y externos, algo que dejara claro quién mandaba. En lugar de realizar actos estridentes, hizo algo mucho más sutil.
En su primera aparición pública como reina, mientras la corte entera la observaba en silencio, levantó el brazo y soltó un halcón adiestrado. El ave alzó vuelo, dio un amplio giro sobre los presentes y se posó exactamente donde Isabel había calculado. La escena duró tan sólo unos segundos. A simple vista fue un gesto curioso; para cualquiera podría parecer una excentricidad. Sin embargo, para la corte, para los embajadores, los aristócratas y los operadores del poder de aquel tiempo, bastó esa escena para entender lo que estaba diciendo sin pronunciar una sola palabra:
“El poder lo tengo en mi mano. Yo decido la dirección del reino”.
Esta semana, la Presidenta también decidió hablar en ese idioma. El de los símbolos.
Hay dos temas que dominaron la agenda, los cuales por supuesto no son coincidencia.
El primero: la pregunta sobre Alejandro Gertz Manero en la Conferencia del Pueblo. Cuando le cuestionaron a la Presidenta el porqué no avanza su nombramiento como embajador, la Presidenta respondió con la calma que la caracteriza: “Estamos esperando el beneplácito del país al que lo propusimos”. Respuesta fría, sin matices.
Y cuando le insistieron sobre si habría investigación por los presuntos abusos cometidos en la Fiscalía, decidió no responder y pidió “esperar el anuncio del país al que será enviado”.
Para los que acostumbran simplemente a ver noticias, nada pasó. Pero para quien entiende los entresijos del poder, el mensaje se escuchó clarísimo: Gertz ya no controla su destino. Y ése será a donde ella lo decida, no a donde él diga, como lo intentó al escribir en su carta de renuncia que sería enviado de inmediato a Alemania.
Mientras tanto, la nueva fiscal mueve más temas en una semana que él en meses. El mensaje también es claro: “todo estaba atorado por capricho”.
Segundo tema: el Acuerdo Nacional Contra la Extorsión, anunciado en la 52.ª Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública. Una estrategia que, según la Presidenta, busca contener uno de los delitos que más descomponen al país.
La noticia, por sí sola, no parece nada especial… hasta que coincide, demasiado bien, con las denuncias públicas contra la CATEM, el sindicato del cual es dueño el diputado Pedro Haces.
La caída de El Limones, operador criminal con influencia en Coahuila y Durango, abrió la caja de pandora. Empresarios lo identificaban como extorsionador con charola sindical; el propio gobernador de Coahuila confirmó que usaba a la CATEM como fachada. Y justo cuando el escándalo apenas toma relevancia, en Sonora aparecen nuevas denuncias contra la organización obrera. Carolina Lara Moreno, secretaria general de la CATEM en el estado, Marisela Parra y Brenda Esquer, hoy son señaladas como replicadoras del mismo esquema de chantaje, huelgas fantasma y contratos colectivos forzados mediante documentos falsos.
Pedro Haces intentó desmarcarse con un pobre manejo de crisis. Pero las fotos con El Limones lo incriminan sin remedio. No parecen encuentros casuales. Son encuentros en reuniones de trabajo.
Otro mensaje de poder entre líneas:
No hay intocables. No hay impunidad. No hay privilegios. Ni para el exfiscal, ni para el diputado dueño del sindicato con estructura que parece más organización criminal que representación obrera.
Los dos quedaron exhibidos: sin gritos, sin golpes en la mesa, sin discursos escandalosos, sin amenazas. Sólo con movimientos precisos y calculados.
¿Así o más claro?
Como Isabel soltando su halcón, Claudia hizo lo mismo. No levantó la voz. No generó escándalo. No necesitó hacerlo.
Reenviado.
Aquí el mensaje para los despistados:
“Quien manda, manda. Y quien no lo entienda, que mire al halcón regresar a la mano de la reina...”