Se vienen las últimas horas de un trepidante 2025. Un año de muchas tensiones y reajustes en el plano político y económico prácticamente en todas las regiones del planeta y México, por supuesto, no fue la excepción.
En nuestro país este año fue un periodo en el que la ciudadanía parece haber puesto fin a la época de discursos y promesas, el próximo año deberá ser más de acciones y resultados, principalmente en materia de seguridad, ámbito clave para que todo lo demás pueda desarrollarse. En lo que respecta al deporte mexicano, también fue un año de claroscuros, en donde no se logró frenar la inercia de distanciamiento entre la Selección Mexicana y su afición, de cara al gran evento deportivo que este 2026 viene en puerta.
He aquí algunos de los principales deseos deportivos que seguro los fanáticos mexicanos visualizarán en esta cena de fin de año:
Primero. Que el representativo mexicano tenga una actuación destacada en el próximo Mundial y pueda ser el renacer de lo que alguna vez fue todo un fenómeno social. Últimamente resulta casi intrascendente la realidad de la Selección Mexicana, sabemos con certeza los motivos que llevaron a esto, por eso es una oportunidad única los próximos tres encuentros del Mundial en casa y soñar con un hipotético México vs. Inglaterra en octavos de final en el Azteca, duelo definido en caso de que ambas escuadras cumplan con lo pronosticado.
Segundo. Que más allá de los resultados deportivos, la magnitud de ser sede de una Copa del Mundo, aunque sea unos cuantos partidos, tenga implicaciones positivas para todos los ámbitos nacionales, como el fortalecimiento e inversión en todos los deportes, y porqué no, que sea un pretexto para soñar con un impulso para el desafío de unir a toda la sociedad y, por consecuencia, forjar un verdadero proyecto de nación.
Tercero. Que la nueva joya del deporte mexicano, Isaac del Toro, continúe con su ascendente carrera en el ciclismo. El futuro del mexicano es ambicioso; su equipo lo considera para pelear en febrero las competencias Strade Bianche y la Milán-San Remo, pero será el ansiado Tour de France a realizarse en julio, la prueba que pueda significar la consolidación del jovencito de Ensenada, y que todos deseamos tenga los mejores resultados posibles.
Cuarto. Que los playoffs de la NFL nuevamente resulten del más alto nivel como suele ocurrir año tras año. En ese mismo sentido, que el futbol americano estudiantil en nuestro país recobre poco a poco el impacto que llegó a tener en épocas pasadas. No hay que olvidar que el flag football será una disciplina olímpica en dos años y el impulso a nivel estudiante ayudaría mucho para construir el camino hacia una medalla en Los Ángeles 2028.
Quinto. Que el crecimiento del futbol femenil no se interrumpa. En este año la audiencia creció y se concretó la salida de Jaqueline Ovalle con una transferencia histórica y un galardón internacional. Que todo esto sirva como ejemplo e inspiración para que el deporte en general, en su rama femenina, crezca y se fortalezca. Faltan muchos otros deseos que seguramente otros atletas, fans y todos aquellos que amamos el deporte formularemos en este nuevo año, en el que deseo a todos ustedes les vaya de maravilla, con mucha salud y armonía en sus hogares, feliz 2026.