Piezas del rompecabezas

Piezas del rompecabezas
Por:
  • arturo-damm

En enero de 2019 el Índice de Confianza Empresarial, ICE, con relación a la pregunta de si aquel era un buen momento para invertir de manera directa en el país, su ubicó en 37.9 unidades. Un año después, en enero pasado, se ubicó en 32.3 puntos, lo cual quiere decir que la desconfianza de los empresarios (de la industria manufacturera, del sector comercial, y de la industria de la construcción) aumentó.

Como cualquier índice el ICE va de cero a cien puntos. Cero es total desconfianza y cien confianza total. En el tiempo transcurrido entre enero del año pasado y enero pasado el ICE pasó de 37.9 unidades (desconfianza) a 32.3 (mayor desconfianza), lo cual no augura nada bueno en materia de inversiones directas, que son las que producen bienes y servicios (variable con la que se mide el crecimiento de la economía), crean empleos y generan ingresos (condiciones del bienestar).

Durante los once primeros meses de 2018 la inversión fija bruta, IFB, que se realiza en instalaciones, maquinaria y equipo, y que forma parte esencial de la inversión directa, ID, creció, en promedio mensual, 1.75 por ciento. Un año después, entre enero y noviembre de 2019, decreció 5.10 por ciento, consecuencia de la desconfianza que, entre los empresarios, ha generado la 4T, sobre todo a partir de la cancelación de la construcción del NAICM, el lunes 29 de octubre de 2018.

En octubre de aquel año, antes de que AMLO cancelara la construcción del NAICM, la IFB creció 1.6 por ciento. Un mes después, en noviembre, conocida la cancelación, decreció 3.9 por ciento, y de entonces a la fecha no ha levantado cabeza. Entre noviembre de 2018 y noviembre de 2019, último mes para el que tenemos información, la IFB registró un crecimiento promedio mensual de menos 5.22 por ciento.

Con relación a la IFB, una “buena” noticia. En octubre decreció 8.2 por ciento. Un mes después, en noviembre, decreció solamente 2.8 por ciento. ¿Se trata del inicio de un cambio de tendencia hacia la recuperación gradual de la IFB, con todo lo que ello significa en materia de producción, empleo e ingreso? Todo dependerá de la confianza de los empresarios.

Por último. Entre enero y noviembre de 2018 el consumo privado (la compra de bienes y servicios de las familias residentes en el país, excluida la adquisición de objetos valiosos y viviendas), creció en promedio mensual 2.37 por ciento. Un año después, a lo largo de los once primeros meses del 2019, creció 0.97 por ciento.

¿Qué tenemos? Mayor desconfianza de los empresarios. Fuerte caída en la IFB, parte esencial de la ID. Menor crecimiento de la compra de satisfactores de parte de las familias que residen en México. Todo ello se traduce en menor crecimiento de la economía y en menor bienestar para las familias.