Con o sin reguetón, nos matan

Con o sin reguetón, nos matan
Por:
  • bibiana_belsasso

La saxofonista María Elena Ríos, a quien le rociaron ácido en la cara y el cuerpo, agredida por su expareja, un empresario y exdiputado oaxaqueño que sigue en libertad, pide justicia por su caso y el de muchas mujeres agredidas en México.

En entrevista con mi compañera Mónica Garza, esta mujer, cuyo rostro está destrozado y cubierto por una malla, dice que el próximo 9 de marzo, sí, el mismo día que se hará el “Día sin nosotras”, para que las mujeres exijamos seguridad y justicia, se cumplen seis meses de esta agresión, sin que se haya hecho justicia.

María Elena dice, y tiene toda la razón, que por ejemplo algunas soluciones a la violencia de género son absurdas, como la iniciativa de ley para prohibir el reguetón.

Y es que en el Senado se ha presentado una controvertida iniciativa legal que pretende prohibir o multar la difusión pública de las canciones del género musical reguetón, cuando presenten expresiones que se considere que promuevan la violencia de género.

Y la presenta precisamente el senador por Oaxaca, estado donde fue violentada María Elena, Salomón Jara, que podría estar trabajando con iniciativas de ley que realmente castiguen la violencia contra las mujeres.

“Va contra todos los géneros musicales que tienen cualquier forma de violencia en su contenido, una actitud misógina con las mujeres. Y el reguetón, según algunos estudios, ha jugado un papel muy importante en la violencia contra la mujer”, declaró el senador Salomón Jara, impulsor del proyecto legal, quien pertenece a la bancada de Morena.

En un comunicado de prensa se dijo que se busca prohibir y sancionar, a nivel general, la difusión en radio, televisión, cine y videojuegos, de contenidos de todo tipo que “promuevan el lenguaje machista, estereotipos de género y constituyan modalidades de violencia contra la mujer”.

Con la propuesta, Jara busca cambiar el artículo 27 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, además de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, en sus artículos 10, 63 y 103.

“Se prohíbe también la difusión o transmisión de cualquier mensaje o contenido que promueva el lenguaje machista, los estereotipos de género o cualquier tipo de violencia contra la mujer”, se plantea incluir en el artículo 63 de la segunda norma.

Además, el senador por Oaxaca propone una multa de 500 a 50 mil veces la Unidad de Medida y Actualización si alguien no cumple con la ley, a lo que podrían sumarse responsabilidades penales.

La canción de la polémica

[caption id="attachment_1114605" align="alignnone" width="696"] De acuerdo con el estudio de la casa de estudios andina, la canción "Cuatro babys", del cantante Maluma (en imagen de archivo), contiene un alto índice de sexismo y en 44 ocasiones hace menciones a la violencia contra la mujer. Foto: Cuartoscuro[/caption]

Estoy de acuerdo en que el lenguaje machista no debe ser, pero prohibir a Maluma, J Balvin o Nicky Jam, entre otros, es sólo darles publicidad; en lo que se debe trabajar es en reducir dramáticamente la impunidad que hay cuando una mujer es violentada. Casi todos los delitos quedan sin castigo, y eso, mucho más que el reguetón, es un incentivo para seguir lastimando, matando y violando, sabiendo que la justicia nunca los castigará.

Jara Cruz señala que el reguetón es un ejemplo de música que promueve los estereotipos de género, para lo que cita estudios que se han hecho en Chile. Un estudio que, además, alteró.

La base teórica del estudio “Ni pobre diabla ni candy: Violencia de género en el reguetón”, publicado por la Universidad de Chile en 2019 dice: “En el estudio se resalta que este género manifiesta la violencia física, psicológica y simbólica contra la mujer”.

“De 70 canciones analizadas en dicho estudio, sólo 11 estaban exentas de violencia de género, mientras que 59 contenían 568 menciones violentas”.

Sin embargo, al repasar directamente el estudio “Ni pobre diabla ni candy: Violencia de género en el reguetón”, referido por Jara, se nota el sesgo con el que el legislador citó el documento, pues en sus conclusiones se incluyen enunciaciones que van más allá de la mera condena al controvertido género musical.

Por un lado,  el texto acepta que, aunque se  buscó identificar la evolución en el tiempo de cinco distintos tipos de violencia de género (violencia física, psicológica, sexual, económica y simbólica) a partir del análisis de las canciones de reguetón que alcanzaron mayores niveles de popularidad entre 2004 y 2017, según el ranking Billboard: “a pesar de que el tamaño muestral puede ser considerado grande para un estudio basado en análisis de contenido, en términos estadísticos es una muestra pequeña, que permitió detectar con relativa precisión las tendencias de los tipos de violencia más frecuentemente observados en las canciones de reguetón”.

Incluso, más adelante, los propios autores hallan una justificación sociológica del reguetón, pues “como género musical, pareciera continuar siendo una estrategia de resistencia de las masculinidades tradicionales, que buscan refugio ante las transformaciones de las sociedades latinoamericanas que parecen avanzar hacia discursos y prácticas progresivamente más igualitarias entre hombres y mujeres”.

En la parte final también se lee otra importante conclusión: “este estudio sólo consideró un género musical, como es el reguetón. Si bien hemos planteado que este género musical podría ser considerado un bastión de resistencia de las masculinidades tradicionales y es justamente en ello que radica su interés como foco de investigación, el reguetón es un género musical particular que no representa necesariamente a todos los sectores sociales o no representa necesariamente a los sectores sociales mayoritarios”.

Ante estos conceptos uno se preguntaría si el senador Jara y sus asesores realmente se tomaron el tiempo de revisar a detalle el estudio.

Hay mucho en qué trabajar, ojalá no nos distraigamos con propuestas que difícilmente van a prevenir los agravios contra las mujeres. Empecemos, por ejemplo, con detener al agresor de María Elena y a todos los agresores de tantas mujeres aquí en México.