“Tenemos mucho Presidente”

“Tenemos mucho Presidente”
Por:
  • Carlos Urdiales

Al comparecer ante el Senado, el canciller Marcelo Ebrard tuvo que explicar la multiplicidad de sus funciones y áreas de competencia; provocaron al hombre orquesta del gabinete, con sarcasmo la panista Noemí Reynoso lo llamó vicepresidente y él respondió que México tiene mucho Presidente.

Y sí. Hay tanto Presidente que instituciones edificadas con el sacrificio y voluntad de la sociedad para, por ejemplo, evitar fraudes electorales, violaciones a los derechos fundamentales de las personas por parte del Estado, para abrir los registros públicos o auditar las cuentas sobre el erario, están en riesgo de alinearse al poder.

Que Marcelo Ebrard destaque y acapare encargos presidenciales habla de la capacidad y confianza que el mandatario deposita en él. Que no haya otros miembros del gabinete que compitan por las luces del canciller, confirma lo dicho por él, tenemos mucho Presidente, pero pocos políticos funcionales (y destacados) en el gobierno de la 4T.

La instauración de un mejor régimen más honesto, austero, sensible y eficaz en eso de servir y hacer que el pueblo viva en entornos de mayor justicia, equidad, desarrollo, seguridad, salud y educación, pasa por contar con personajes que, sin competir o disputar la celebridad del mero-mero, destaquen por sus competencias y sobre todo por resultados, no por explicaciones.

Que todo pase por el escritorio y la voz del Presidente, desde el quién es quién en los precios de los combustibles (inversión de tiempo semanal inútil), o la distribución de medicamentos, vacunas y anticancerígenos de manera oportuna y suficiente dentro del sistema nacional de salud, o el conteo y transporte de miles de millones de pesos en efectivo para beneficiarios de programas sociales, no significa que tengamos mucho Presidente.

Pone en evidencia que la Profeco carece de fuerza (y entonces de sentido) para vigilar, sancionar e informar por mejores medios que la sucinta mañanera presidencial, en dónde debemos comprar y en dónde no. Viajar a Tabasco por la gasolina más barata no es opción más allá del Grijalva.

El gabinete de salud enseña el cobre cuando es incapaz de articular consistentemente, prácticas ejecutivas transversales. La cabeza del sector, el IMSS, ISSSTE, los Institutos Nacionales, el aniquilado Seguro Popular y el naciente Instituto Nacional de Salud para el Bienestar se enredan con Hacienda, Función Pública y Economía para garantizar abasto, no sólo rectitud.

La Secretaría de Bienestar, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Bansefi en tetra-transformación para ser el banco más extenso y ¿eficiente? del país, y Hacienda, no saben cómo pasar del retorno a la diligencia que va por todo el territorio repartiendo apoyos, a un sistema eficiente de cobertura municipal para que mediante tecnología incluyente, la dispersión de ayuda no se convierta en un laberinto kilométrico con merma multimillonaria.

No necesitamos vicepresidentes, bien dijo Ebrard, nos urge una alta burocracia experta, capaz y honesta, en la cual el Presidente descanse para enfocarse a tareas sustantivas para la vida política de la nación, para dirigir la orquesta, para concentrarse en la sinfonía y no en los instrumentos.

Es el LITIO.  Llamado “oro blanco”; el litio es hoy el mineral más codiciado a nivel global, ya que con él se fabrican baterías lo mismo para celulares que para automóviles. Ya le había comentado el caso de Bolivia y sus reservas en el salar de Uyuni, una de las más importantes del mundo y cuya explotación está reservada al Estado boliviano, pero que para su industrialización, Evo Morales firmó convenios con empresas chinas y alemanas, no con las estadounidenses.

Y es que, al revisar el mapa continental, coinciden, sin que eso explique todo, posesión de litio con protestas sociales y desestabilización. ¿Auspiciadas, patrocinadas? Imposible saberlo por ahora. Pero el mineral está atrayendo no sólo inversiones sino también intereses que van más allá de la lucha legítima por explotar un material estratégico para la evolución de importantísimas industrias estratégicas.

Es decir, si parte del futuro descansa en el acceso al litio, eso representa también el arribo por activas y pasivas de fuertes, y a veces, ilegítimas presiones con múltiples expresiones. Un tema sobre el cual debemos estar atentos y pendientes.