Antonio Fernández Fernández

La cultura woke y la justicia

ANTINOMIAS

Antonio Fernández Fernández*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Antonio Fernández Fernández
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

“La moda reivindica el derecho individual de valorizar lo efímero”

Coco Chanel

Durante los últimos años se ha desarrollado un nuevo movimiento, para algunos es una nueva cultura, mientras que para otros es sólo una moda, lo que sea no lo vamos a discutir aquí, lo cierto es que se encuentra presente en todos lados, ya sea, un movimiento, una cultura o simplemente una moda, ésta se denomina woke.

El término woke viene de lo que se considera un despertar de la sociedad, (del inglés wake up) y está enfocado a enfrentar lo que consideran injusticias sociales; inicialmente se dirigió contra el racismo en Estados Unidos, después se trasladó al Reino Unido, donde se le ha considerado como lo políticamente correcto.

Lo woke ha crecido tanto que ha ampliado sus ámbitos de intervención hacia el feminismo, los derechos transexuales, el acoso sexual, hasta llegar, incluso, a criticar la Corona inglesa, o la publicación de libros como “El Gran Gatsby” o “Matar un Ruiseñor”, el primero por misógino y el segundo por racista, sin importar que sean parte de la cultura literaria del mundo, y que en su momento fueron vigentes en sus descripciones.

Desde luego, muchos temas que defiende lo woke tienen un sustento real y profundo, pero otros se quedan en la superficie, sólo en un deber ser, sin entrar al fondo del problema y las razones de su existir, con una cerrazón para los que piensan diferente, por ello Barack Obama criticó lo woke por considerar que es una especie de dogmatismo, al cerrar las puertas de la conversación, ya que parten de un principio de pureza o superioridad moral y de esta forma no puede haber diálogo ni respeto al otro.

Lo woke se ha desarrollado en las redes sociales, reaccionando inmediatamente contra cualquier expresión que consideran políticamente incorrecta, haciendo un enjuiciamiento despiadado, situación que muchas veces influye en los Tribunales para la toma de decisiones, situación que se torna difícil porque la impartición de justicia no puede ser la que considere un sector de la población, lo que constituye un riesgo para la justicia.

Lo woke tiene una parte de razón en criticar lo que ellos consideran condenable, pero falta que lleguen a otros temas que pueden ser igual o más importantes que los que actualmente están en las redes sociales; asuntos como la migración ilegal, el difícil acceso a la justicia, la corrupción o las grandes diferencias económicas entre ricos, pobres y sus causas, etc., ahí no se han manifestado, y tendrían que hacerlo.

Por su parte los gobiernos deben estar atentos y tomar en cuenta lo woke, pero sin que su visión impere por encima de otras visiones, no porque sean más activos en las redes sociales o en los medios de comunicación necesariamente tienen razón, pues muchas veces sólo responden a un momento que no trascenderá, mientras que las leyes deben responder a cuestiones de fondo y a largo plazo, la justicia no puede dictarse por una moda, sus razones deben ser más permanentes.