Antonio Fernández Fernández

El derecho al descanso

ANTINOMIAS

Antonio Fernández Fernández*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Antonio Fernández Fernández
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

“Cuando todo lo demás falle, tómate unas vacaciones”

Betty Williams

El derecho al descanso y a las vacaciones cada día cobra más importancia en el mundo actual; su origen se debe a una cuestión religiosa, surgió entre los hebreos, en virtud de que en el antiguo testamento (siglo V a.C.) se estableció que el día sábado era un día obligatorio de descanso y de reflexión, dedicado para asistir al templo y estar en familia. Desde entonces el judaísmo lo ha conservado entre sus costumbres.

En el libro del Génesis del antiguo testamento, Dios crea los cielos y la tierra en cinco días, en el sexto día crea al hombre, después descansa, bendice y santifica el séptimo día, destinado para orar y estar en paz con Dios, tradición que también el cristianismo aceptó, y con ello la costumbre del domingo como día de descanso se trasladó a Europa y posteriormente a América.

En el impero romano, fue el 7 de marzo del año 321 d.C. que el Emperador Constantino el Grande estableció que el día domingo sería un día obligatorio para descansar de la jornada laboral, con ello se congratuló con los cristianos, que ya estaban creciendo en gran número de seguidores.

Fue con la revolución industrial (1760-1840) que se generaron las mayores protestas por la falta de horas y días de descanso, pues las jornadas eran de hasta 16 horas de trabajo y sin días para descansar, mucho menos pensar en vacaciones, lo que provocó que se organizaran los trabajadores en sindicatos para realizar huelgas de trabajo como protesta contra los excesos de la explotación laboral.

En el mismo corazón del origen de la revolución industrial (Inglaterra) se generaron las primeras leyes que establecieron los derechos laborales con un día de descanso y vacaciones para después de cierto periodo de trabajo continuo; esto sucedió en 1872. Posteriormente, en 1920, fue Brasil el primer país de América que integró en su legislación un derecho al descanso laboral y vacaciones.

En México, la Constitución de 1917, en su artículo 123, estableció los derechos laborales; sin embargo, fue hasta el 28 de agosto de 1931 que se promulgó la primera Ley Federal del Trabajo, donde se hizo obligatorio un día de descanso y jornada laboral de ocho horas para sumar cuarenta y ocho a la semana y seis días de vacaciones anuales.

De acuerdo con el informe de la Organización Internacional del Trabajo, México ocupa el último lugar en cuestiones de jornada laboral y días de vacaciones, pues mientras dicho Organismo recomienda un mínimo de dieciocho días al año, en nuestro país tenemos únicamente seis días por año, que van incrementándose en dos días por cada año, hasta llegar a un máximo de doce días; en Brasil tienen treinta días por año, siendo el país de América con más días de vacaciones.

En estos días de descanso debemos reflexionar que las vacaciones son un derecho humano, pero además debemos generar la cultura del descanso, de la recreación sin cargar con culpas por ello, ya que en muchos casos no sabemos disfrutar de nuestro descanso, empecemos a hacerlo y tendremos una mejor calidad de vida.