Antonio Fernández Fernández

La pendiente transformación jurídica

ANTINOMIAS

Antonio Fernández*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Antonio Fernández
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

“Aléjese de los palacios el que quiera ser justo. La virtud y el poder no se hermanan bien”

Lucano

México vive una crisis de justicia y legalidad, derivada, principalmente, de una falta de reestructura de los aparatos de justicia, aunado a la falta de recursos económicos, al poder del crimen organizado y a la corrupción, lo cual, todo sumado hacen una perfecta combinación para que impere el caos, provocando injusticia, ilegalidad y corrupción.

Uno de los principales problemas es la falta de personal; por ejemplo, hasta el año 2021 se contaba con diez agentes del Ministerio Público (MP) del fuero estatal y dos del fuero federal por cada cien mil habitantes, cuando lo recomendable es que haya mínimo 40 MP por cada cien mil habitantes; por ello, las agencias están saturadas, presentar una denuncia puede llevarse entre ocho y 16 horas para que sea levantada, lo que provoca que la mayoría de los delitos de bajo impacto no se denuncien.

Otro problema, es la poca o nula preparación del personal para investigar los delitos, por ello, sólo el 7% de los delitos se investigan, de ellos, el 94 % no obtiene una investigación exitosa, todo esto provoca que el índice de aprobación de los MP, entre la población, sea del 25%; es muy bajo para una figura tan importante en la cadena de la impartición de justicia.

Por otro lado, tenemos a los impartidores de justicia, los cuales, al igual que los MP, son escasos, pues sólo hay 2.2 jueces por cada cien mil habitantes, ocho veces menos a los que hay en países de primer mundo. Por ello, nuestros jueces están rebasados de trabajo, los juicios pueden durar varios años, las fechas de audiencia pueden tardar seis meses, de ahí el refrán que dice: “Es preferible un mal arreglo que un buen juicio”.

El personal de justicia, además de todas las restricciones materiales, se encuentra mal preparado, con sueldos muy bajos, y aún peor, en los lugares remotos del país, donde el juez no tiene una computadora, e incluso, en algunos casos, ellos la tienen que comprar con sus propios recursos, de por sí escasos, aunado a la falta de Internet, papel, y personal auxiliar. Por ello, se puede decir que la justicia en México, ni es pronta y menos expedita.

Aunado a todo lo anterior, tenemos que señalar que en los años recientes ha crecido la corrupción, lo que provoca un estado de incertidumbre peligroso, pues ya no se puede confiar en un juicio en que ganará a quien le asista la razón, pues la corrupción tiene un peso importante en la balanza de la justicia, situación que las barras de abogados deben de denunciar con rigor y fuerza, pues ésa es una de sus razones de ser.

El próximo Gobierno se debe de tomar muy en serio el reordenar el sistema jurídico del país, en todos sus niveles y en todos sus aspectos, se debe de respetar la autonomía de las fiscalías, se debe de mejorar el salario de los MP y jueces locales, además de incrementar su número, atacar la corrupción con todas las herramientas, entre ellas, la de la transparencia, y fincar responsabilidades a las resoluciones que se encuentren infundadas. Sin duda, una gran labor para quien llegue a la Presidencia de la República.