Arturo Vieyra

Política económica: necesario impulso al crecimiento

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra
Arturo Vieyra
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Los dos instrumentos de política económica están hoy en una situación relevante para poder impulsar el crecimiento económico. En este año, aunque hubo esfuerzos, en lo fiscal y, principalmente en lo monetario, no fueron lo suficientemente coordinados y fructíferos.

Por un lado, la política fiscal, si se considera la evolución del balance público a lo largo de este año, ha dado muestras de un tono claramente precautorio en aras de mantener la mayor estabilidad posible de las finanzas públicas. Esta política ha sido considerada como extremadamente austera y, por tanto, carente de un impulso necesario al crecimiento.

No obstante, debe tenerse en cuenta que, frente a la caída de la actividad económica -que será cercana al nueve por ciento en este año-, el desempeño de la recaudación de impuestos tributarios ha sido destacable, pues hasta el mes de octubre, prácticamente habían mantenido su nivel real respecto al año pasado.

Este hecho es importante, pues a principios del año con la pandemia no era difícil suponer una reducción igual o mayor en la recaudación de ingresos tributarios a la observada en el PIB. Asimismo, es muy importante considerar que el monto de la mayor recaudación provino de recursos que muy probablemente en su mayoría no se hubieran destinado al mayor gasto privado —adeudos rezagados y considerables provenientes de grandes contribuyentes—; es decir, no coadyuvarían al crecimiento económico. Una cosa diferente y hasta nociva, hubiera sido si los mayores recursos públicos recaudados hubieran provenido de una extracción de recursos al sector privado, lo que disminuiría todavía más la demanda agregada, por ejemplo, un aumento de impuestos.

Esta mejora en la recaudación, sumada a la disposición de recursos de los fondos de estabilización, y a las coberturas petroleras, permitirán en este año mantener un nivel de gasto similar al del año pasado y, a la vez, dar cumplimiento al objetivo de política fiscal, sin incurrir en un déficit mayor. En consecuencia, la mejora en la recaudación fiscal ha constituido un esfuerzo relativo que coadyuva al avance de la demanda agregada vía un mayor gasto. Sin embargo, la magnitud de la crisis pone de manifiesto la insuficiencia de este esfuerzo con la caída muy grande de la producción nacional.

Hacia adelante será difícil contar con los recursos que estuvieron disponibles este año. Si bien la mejora en la recaudación puede tener un sesgo permanente, será sólo parcial, pues no brindará todos los recursos adicionales logrados en este año. Será necesario promover y hacer más eficiente el gasto público para atraer la inversión privada y consolidar el crecimiento.

La otra cara de la moneda la constituye la política monetaria. El próximo 17 de diciembre será la última junta de Banxico donde decidirán si se mantiene la pausa en el ciclo de baja en la tasa de interés o la reduce de nueva cuenta. Considero que las condiciones están dadas, la inflación ha caído sustancialmente hasta 3.3% en noviembre, el peso muestra fortaleza y la brecha del producto sigue negativa, condiciones inmejorables para dar continuidad a la política de relajamiento monetario y apoyar el crecimiento económico.