Bernardo Bolaños

Locatel y el rastreo de contagios, ¿pérdida de intimidad?

ANTROPOCENO

Bernardo Bolaños
Bernardo Bolaños
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A partir del 6 de julio, nuestras compañías telefónicas nos informaron por mensaje de celular que Locatel nos podría llamar desde el 5554840400 para hacer un rastreo de contactos Covid-19. Si recibimos la llamada es que tenemos el riesgo de tener el virus porque probablemente uno de nuestros conocidos se infectó.

Saberlo podría salvarnos de morir. Una persona que se sabe posible portador del SARS-CoV2 debe revisar el nivel de oxígeno que tiene en la sangre. Conozco el triste caso de un trabajador que se sentía con “gripa” y acudió con dos médicos generales que le “confirmaron” que supuestamente sólo tenía “gripa”. Días después su piel tenía un tono azulado y murió. Su cuerpo había dejado de ser oxigenado correctamente, pero él lo supo demasiado tarde. Es muy fácil “checarse el oxígeno” con un aparatito llamado oxímetro que hace poco se vendía en las farmacias. Su precio oscila entre 500 y mil pesos. ¡Lo difícil ahora es conseguirlo, pues están agotados! Es imperativo que todas las farmacias y centros de salud ofrezcan leerle a uno su nivel de oxígeno.

Pero el SMS redactado por el Gobierno de la Ciudad de México y las llamadas desde Locatel no solamente tienen el objetivo de alertar al destinatario, sino de parar contagios. Como explica Pepe Merino, de la Agencia Digital de Innovación Pública, ésa es la manera en que podemos retomar algunas actividades sin que surjan nuevos brotes. Cuando descubrimos que hemos tenido cercanía física duradera con un enfermo de Covid-19 es un deber aislarse, mínimo portar el cubrebocas.

Y, desde luego, hacerse la prueba. Pero en México es una odisea lograrlo. Hay que dar vueltas y conseguir la receta de un especialista. El Dr. López-Gatell trata de eludir críticas aduciendo que el número total de pruebas no es lo que importa. Pero no hay duda de que quienes la solicitan y quienes podrían estar contagiados deberían poder acceder a un test mucho más fácilmente. Que los gobiernos locales nos llamen y nos la ofrezcan sería un inmenso logro.

A los angustiados por el supuesto control gubernamental de nuestra información hay que repetirles que el Gobierno de la Ciudad de México no posee todos los números de celular. Simplemente solicitó la colaboración de las empresas de telefonía. Quejarse por una violación de nuestro derecho a la intimidad es ridículo en las actuales circunstancias. Todo el tiempo somos hostigados por llamadas de bancos, cadenas hoteleras y funerarias. Cualquier técnico al que le solicitemos que revise nuestro servicio de Internet se podría meter hasta nuestras carpetas íntimas y robar nuestra información. En el caso del Covid-19, saberse en riesgo y rastrear contactos es vital para todos y, además, no se viola la ley. Sí, habrá que confiar que los números de teléfono que vayan acumulando las autoridades a partir de las personas contagiadas que revelen sus contactos no serán reunidos y usados mal. No hay más remedio que confiar, lo que está en juego es mucho.