Bibiana Belsasso

Sin cuerpo, sí hay delito

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En México, hay más de 100 mil casos de personas desaparecidas. Tan sólo desde que inició esta administración en el 2018, son más de 30 mil personas reportadas como desaparecidas, esto sin contar los más de 100 mil asesinatos desde el arranque del sexenio.

En un informe detallado, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no localizadas, desde 1964 a la fecha, en México hay más de 100 mil desaparecidos.

Pero la cifra podría ser mucho más alta porque en muchos casos pueden ser, por ejemplo, migrantes que nadie reclama, un ejemplo fueron las fosas clandestinas encontradas en San Fernando, Tamaulipas, donde hallaron restos de 196 personas, y a diez años de ese hecho, no hay una sola sentencia para los culpables y todavía quedan 66 cuerpos sin identificar.

Esos 66 cuerpos no están incluidos en la lista de desaparecidos, por eso la cifra real debe superar por mucho la oficial.

Y es que, en muchos casos, no hay ni quien reclame a algunos desaparecidos. Pueden ser migrantes y sus familias no saben qué pasó con ellos; en otros casos no denuncian por miedo a las represalias.

Tristemente, cuando escuchamos cifras de decenas de desaparecidos en México, lo vivimos como un tema cotidiano.

Veamos por ejemplo cuando se habla de las terribles dictaduras de los años setenta en Argentina y Chile.  

La dictadura argentina de Jorge Rafael Videla, desde el 24 de marzo de 1976 hasta diciembre de 1983, dejó al menos 30 mil personas desaparecidas de manera forzada.

Los gobiernos militares que impulsaron estas acciones se dedicaban a realizar persecuciones, secuestros, encarcelamientos, torturas y ejecuciones a quienes disintieran de su manera de liderar el país.

Antes esta situación, se creó el grupo Madres de Plaza de Mayo, con el fin de recuperar con vida a los detenidos desaparecidos, inicialmente, y luego establecer quiénes fueron los responsables de los crímenes de lesa humanidad y promover su enjuiciamiento.

Las cifras de los desaparecidos en esas dictaduras militares son más precisas, porque los militares argentinos llevaban un control de a quién detenían, y quiénes eran enviados a los campos de concentración.

Un horror lo que se vivió en esas dictaduras, pero en México las cifras reales de desaparecidos nunca lo sabremos.

Una herida interminable

Protestas contra la desaparición de jóvenes se han convertido en una constante; en la foto, familiares de víctima en Actopan, el pasado 18 de mayo.
Protestas contra la desaparición de jóvenes se han convertido en una constante; en la foto, familiares de víctima en Actopan, el pasado 18 de mayo.Foto: Cuartoscuro

Han pasado más de 40 años y esos desaparecidos de las dictaduras no se olvidan. Todo el tiempo hay manifestaciones y eventos para recordar a quienes se les robó su libertad y, en muchos casos, la vida.

En Chile, Augusto Pinochet lideró un golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Pinochet se alió con el Ejército para derrocar al gobierno de izquierda.

Esa dictadura dejó más 40 mil personas desaparecidas de 1973 a 1990, según datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile.

También a más de 4 décadas, se siguen recordando e intentando esclarecer muchos de estos casos.

Hay una diferencia enorme entre los desaparecidos por las dictaduras en Argentina y Chile, y los de México, porque en los primeros fueron los militares, en México, en gran medida han sido secuestrados por grupos criminales.

Los desaparecidos en México también son seres humanos, personas que cayeron en manos del crimen y hoy no se sabe de ellos. Pero tampoco se logra hacerles justicia a todas estas víctimas.

Reitero, en estos 3 años hay más de 30 mil desaparecidos en cifras oficiales. Casi llegamos a la cifra de los desaparecidos por la dictadura argentina, y aquí parece que nadie los recuerda y que las búsquedas de estas personas casi siempre se dan a insistencia sobre todo de madres que han perdido a sus hijos.

Durante el sexenio de Felipe Calderón se estima que hubo 24 mil 943 personas desaparecidas.

La cifra no disminuyó y para el siguiente sexenio con Enrique Peña Nieto fueron 37 mil casos en los seis años. En estos últimos tres años, repito, hay poco más de 31 mil casos.

Según el reporte del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, tres por ciento de los desaparecidos son extranjeros y en 21 por ciento de los casos no se ha podido identificar la procedencia. La mayoría de los desaparecidos son hombres y los datos oficiales revelan que siete de cada 10 casos, de entre 15 y 40 años.

Pero este delito no distingue sexo o edad.

Los cinco estados que registran el mayor número de casos son Jalisco con 14 mil 871; Tamaulipas, 11 mil 971; Estado de México con 10 mil 996, Nuevo León con 6 mil 222; y Veracruz con 5 mil 736.

Colectivos del Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM) denunciaron el rezago del Gobierno para identificar más de 52 mil cuerpos, durante una audiencia virtual con Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Se estima que el 60 por ciento de esos cuerpos permanecen en fosas comunes, en cementerios públicos, según un informe del MNDM.

El Consejo Nacional Ciudadano del Sistema Nacional de Búsqueda considera que el trabajo sería más eficiente, si elaboraran un programa nacional, que incluya registros de fosas comunes y clandestinas, otro de personas fallecidas no identificadas o no reclamadas, y un banco nacional de datos forenses.

A través de un comunicado, dijo que se requiere construir de manera inmediata una agenda que permita, junto con la sociedad organizada, los familiares de personas desaparecidas y la sociedad en su conjunto, crear e instrumentar un Plan Nacional de Prevención ante la alarmante desaparición de personas.

El 13 de mayo, el Gobierno federal publicó el decreto para crear el nuevo centro nacional de identificación humana, que deberá comenzar a operar en 90 días a partir de la fecha del anuncio.

Mientras que el pasado 29 de abril, durante una visita por San Luis Potosí, el subsecretario para los Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, deseó que pronto se establezca en la Constitución el derecho que deben tener las familias cuando sus hijos o demás miembros sean buscados cuando, por cualquier causa, sean desaparecidos.

Desde 2010, cada 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, una fecha establecida por la ONU con la finalidad de afianzar las labores que llevan a cabo organizaciones internacionales de derechos humanos y la Cruz Roja para esclarecer los hechos.  En México la fecha pasa casi desapercibida.

Pero el tema más grave de todos es que cada día vamos a tener más desaparecidos, el número de personas que no sabemos su paradero y de homicidios en estos últimos tres años ha sido casi él mismo.

Pero los criminales hasta hace muy poco tenían una gran ventaja si esfumaban el cuerpo de la víctima, porque no había delito que perseguir.

Con la última reforma de ley general en materia de desaparición forzada de personas, los delitos de desaparición ya sea forzada o cometida por particulares establece que serán perseguidos de oficio en tanto no aparezca la persona desaparecida o sean localizados y plenamente identificados sus restos.

No debe haber nada más desgarrador en esta vida que no saber el destino de un ser querido, urge que se haga justicia para las víctimas y las familias y la única forma de hacerlo es encontrar el paradero de los cientos de desaparecidos.