Bibiana Belsasso

“Es un error pensar que quitando el fentanilo se soluciona el problema”

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Hace unos días, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que solicitará a médicos y científicos mexicanos que analicen la posibilidad de sustituir el fentanilo con fines médicos por otros analgésicos, para prohibir su importación.

Dijo que, a pesar de que el fentanilo suele ser usado para tratar dolores de enfermedades terminales u operaciones dolorosas, antes se usaban otros analgésicos y, a pesar de que su administración tiene un control —como no se tenía antes— del ingreso de este opioide, al estar prohibido, ya no habría posibilidad de que pudiese importarse.

Esta declaración levantó una gran preocupación en la comunidad médica, sobre todo de anestesiólogos, porque este fármaco, utilizado de manera legal en los hospitales, tiene un beneficio insustituible. La anestesia ha tenido un gran avance y es mucho más segura desde que se utilizan estos medicamentos.

Platicamos con el doctor Jorge Antonio Nava López, presidente del Colegio Mexicano de Anestesiología y especialista en terapia intensiva, sobre el uso del fentanilo legal en los procedimientos.

JORGE ANTONIO NAVA LÓPEZ (JANL): El fentanilo hoy en día es la base de la anestesia general y de muchos de los procedimientos que hacemos en el día a día en el quirófano. La anestesia se compone básicamente de un medicamento para quitar el dolor, un medicamento para quitar la conciencia y un medicamento para ofrecer relajación muscular durante el procedimiento quirúrgico. El fentanilo es lo que utilizamos como analgésico durante la anestesia general, y en algunos otros procedimientos que ocupan sedación por estas características que tiene el fentanilo. Entonces en México, hoy por hoy, es uno de los fármacos que más frecuentemente utilizamos los anestesiólogos, pero no solamente en la anestesia en los procedimientos quirúrgicos, sino además que éste también se utiliza para sedar pacientes en las unidades de cuidados críticos, en las unidades de cuidados neonatales, es un medicamento base. En México, prácticamente tenemos parches y tenemos presentaciones intravenosas, no hay tantas presentaciones como lo habría en Estados Unidos. Y para el manejo del dolor postoperatorio se utiliza y también en ciertos pacientes crónicos con dolor, oncológico, por ejemplo, se llegan a utilizar parches de fentanilo.

P: ¿Cuál es la diferencia entre ese fentanilo con el que la gente se está drogando, al fentanilo que se utiliza en una cirugía?

JANL: El fentanilo que nosotros utilizamos en el quirófano es, principalmente, intravenoso, que se produce por laboratorios y llega a través de una cadena de suministro al hospital. El fentanilo que se utiliza en Estados Unidos básicamente viene de laboratorios clandestinos de narcotraficantes y entonces, no es este fentanilo que producen los laboratorios, sino que es la molécula que alguien aprendió a formular y que se prepara en laboratorios clandestinos y, que a partir de ahí, se comercializa. ¿Por qué lo utilizan o por qué está este boom? Porque bueno, es un fármaco potente y es un fármaco barato y es cincuenta veces más potente que la heroína y con un costo menor, entonces, el mayor uso que se le está dando al fentanilo es como un acelerador o parte de la mezcla de otras sustancias psicotrópicas y que, además, favorece este tema de la adicción, es un fármaco sumamente adictivo. Ésa es la diferencia básica: una cosa es el fentanilo que se produce por la industria farmacéutica, que es el que utilizamos legalmente como fármaco, y otra cosa es lo que se hace clandestinamente.

El médico especialista del Hospital Materno de Celaya, en imagen de archivo.
El médico especialista del Hospital Materno de Celaya, en imagen de archivo.Foto: Especial

P: ¿Hay adicción al fentanilo después de una cirugía?

JANL: Realmente la adicción viene con dosis subsecuentes, regularmente con un uso estándar en una cirugía promedio no existe ese riesgo de volverse adicto al fentanilo. Todos los que hemos estado sometidos a algún procedimiento quirúrgico, en algún momento, nos han dado fentanilo y no nos convierte en adictos. El fentanilo se produjo en la década de los 50, 60, y empezó a tener mayor auge en los últimos veinte años. Realmente es una droga que ofrece algunas ventajas, no es el único opioide, pero sí, por lo menos en territorio mexicano, es el opioide que más utilizamos especialistas en anestesiología, terapia intensiva y enfermedades terminales.

P: Hay muchos opioides que se pueden utilizar también como drogas ilegales, la heroína es un opioide, la morfina es un opioide, lo que hay que hacer, en todo caso, es tener un estricto seguimiento médico, para eso está la Cofepris.

JANL: Cada vez hay mayores regulaciones con respecto al uso de opioides y de medicamentos controlados, pero sí sería un error pensar que solamente retirar el fentanilo solucionaría el problema. Se podrá prohibir el fentanilo legal, porque el fentanilo ilegal va a seguir llegando igual. Así es, hoy por hoy, para tener acceso a opioides, si lo quiere tener uno de forma personal y directa, tiene que tener uno un recetario autorizado por la Cofepris, el proceso es que debe llevar uno documentos, le expiden el recetario y los recetarios van con muchos datos. Normalmente todos los hospitales son los que proveen el fentanilo y siempre se hace bajo resguardo, incluso dentro de la sala de quirófano se llenan recetarios con los datos del paciente y datos del doctor que está prescribiendo ese medicamento.

P: Tenemos una experiencia, que fue la prohibición de la pseudoefedrina, que era un medicamento muy efectivo, por ejemplo, para las gripas y otras enfermedades. Lo venden en muchos otros países y en México no tenemos estos antigripales, sin embargo, ha aumentado el consumo ilegal de las metanfetaminas.

JANL: Tuvimos incluso una época de desabasto de efedrina, la efedrina es uno de los fármacos del arsenal de los anestesiólogos, es un vasopresor de acción rápida y de acción muy corta, y eso ha causado que de repente existan periodos en los que no tenemos ese tipo de vasopresor, existen otros medicamentos que podemos utilizar para sustituirlo, pero sí, el pensar que el limitar la producción de ese fármaco va a resolver un problema mucho más grande, es difícil.

P: Y quedamos, quizás, con ese punto fundamental, el fentanilo que se usa legalmente en los servicios médicos, públicos y privados, no es el mismo tipo de fentanilo ni es la misma droga que está en los mercados ilegales y que se trafica con el narcotráfico, son diferentes, tienen una producción diferente, tienen efectos diferentes, son dos fenómenos que deben de ser atendidos de diferente manera.

JANL: Sí, claro, es decir, separar el uso medicinal al uso ilícito, porque entonces nos meteríamos en camisa de once varas, y ocasionaríamos un problema mayor.

POCO EFECTIVO

En septiembre del 2007 se prohibieron los medicamentos con pseudoefedrina supuestamente para que no se importaran precursores químicos, ni se hicieran metanfetaminas. El mercado de esa droga no sólo no disminuyó, sino que creció. Según datos de los Centros de Integración Juvenil, en el 2007, el 6 por ciento de las drogas utilizadas eran las metanfetaminas producidas con los precursores químicos. Para el 2021, el 35 por ciento de las drogas que se utilizaban en el país eran metanfetaminas, la misma proporción que la marihuana. Prohibir la pseudoefedrina no disminuyó el consumo, aumentó, y mucho, el uso de las drogas sintéticas y se dejó a los ciudadanos sin un medicamento muy efectivo.