Bibiana Belsasso

México, sin futuro para los niños

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Hoy, Día de las Madres, vamos a hablar de los hijos. Algo está muy mal con la educación en México, que cuando nos comparamos con otros países, nos llevan años de ventaja.

Vamos con los datos duros que tenemos. Por ejemplo, un niño de China de 9 años tiene el mismo nivel educativo que uno de 15 años en México. Y esto es antes de la pandemia, en donde expertos aseguran que ahora México está todavía 3 años por debajo que el promedio de otros países.

La pandemia en México y la forma en que se ha llevado la educación ha afectado terriblemente el nivel educativo de los niños, sobre todo en las zonas con mayor marginación, donde no se cuenta con lo indispensable para poder tener clases por medio de Internet.

En algunas partes del país toman clases por televisión y las evaluaciones son muy deficientes.

Hoy, con las nuevas tecnologías, estos niños, cuando entren al mercado laboral, no van a competir con sus compañeros de clases: hoy, para muchos trabajos, cualquier empresa internacional puede contratar trabajadores de todo el mundo y que hagan el trabajo de forma remota.

¿A quién van a contratar, por ejemplo, a un niño chino o de cualquier otro país que está perfectamente bien preparado y hablando varios idiomas, o a cualquier estudiante que esté muy por debajo del promedio?

Con el nuevo plan educativo que está proponiendo la SEP, no se le da la mínima importancia en preparar a estos niños para un mundo competitivo, en el cual, nos guste o no, vivimos. No están viendo la posibilidad que estos estudiantes mexicanos, sobre todo los de educación pública, tengan un mejor futuro y una movilidad social que les permita tener una mejor calidad de vida. Se le está dando prioridad a las Ciencias Sociales para, de alguna manera, “adoctrinar”.

Voy a darles unos datos que nos deben de preocupar, y mucho, sobre el futuro de los niños y niñas mexicanos, en el mundo globalizado en el que vivimos, en donde las evaluaciones escolares como la prueba PISA, realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) son un reflejo de lo que ocurre con la educación a nivel básico, en el caso de México los resultados no han sido favorables.

A diferencia de otras evaluaciones, PISA, considerada la prueba más importante a nivel internacional, no sólo mide conocimientos, sino las capacidades de los jóvenes de 15 años para seguir aprendiendo. Se realiza cada tres años y nuestro país participa desde el año 2000.

China tuvo los mejores resultados en la más reciente prueba en 2018 en los tres rubros: lectura, matemáticas y ciencias, incluso desplazó a su vecino asiático de Singapur.

En desventaja...

Un niño se resiste a regresar a clases el 25 de abril, tras las vacaciones de Semana Santa. México se ubica en el lugar 53 en la prueba PISA.
Un niño se resiste a regresar a clases el 25 de abril, tras las vacaciones de Semana Santa. México se ubica en el lugar 53 en la prueba PISA.Foto: Cuartoscuro

Los alumnos mexicanos en la prueba PISA de 2018 obtuvieron 420 puntos en lectura, ni siquiera alcanzaron el promedio establecido por la OCDE, que era de 487 puntos, por ello, nos colocamos en esa ocasión en el lugar 53, mientras que China tuvo 555, incluso, su 10% inferior mostró una capacidad lectora superior a la media de los países de la OCDE.

Es decir, la diferencia entre México y el gigante asiático fue de 135 puntos, debido a que es un país que cuenta con un riguroso sistema educativo, de formación, desde los primeros años, con más de 55 horas semanales de estudio, sumando aula y casa, muy por delante de las 44 de la media de la OCDE.

Aquí, un alumno toma clases de forma regular 20 horas a la semana. Si se toma como base el supuesto de 200 días de clase, se imparte un total de 800 horas al año. Esto en el mejor de los casos.

Los resultados de PISA 2018 dieron a conocer que “los estudiantes mexicanos tienen dificultades en aspectos básicos de la lectura, lo que es preocupante”.

Según la OCDE, los resultados sugieren que uno de cada cuatro estudiantes, de los 36 países miembros de la organización, no puede completar las tareas más básicas de lectura, un problema que es todavía mayor en el llamado mundo en desarrollo.

En matemáticas los alumnos chinos obtuvieron 591 puntos, por encima de países como Canadá y Finlandia, mientras que México logró 409, ni siquiera alcanzamos el promedio de la OCDE, que era de 489, por ello, mientras China quedó en primer lugar en este rubro, nosotros quedamos en el lugar 61.

En ciencias se repitió la historia, al obtener 419 puntos por 590 de los países de Asia no sólo China, también Singapur, Macao y Hong Kong.

A nivel regional, de acuerdo con la OCDE, ningún país de América Latina logró alcanzar el promedio establecido por el organismo, pues todos obtuvieron en los tres rubros puntos por debajo de los 487 que establece el organismo. Sólo Chile logró encabezar la lista de la región, pero sin alcanzar esa media.

Pero la prueba de hace seis años, en 2015, tampoco nos favoreció, en esa ocasión Singapur encabezó los resultados, seguido de Japón y Estonia, mostrando puntuaciones por encima del promedio estipulado por la OCDE.

En ciencias, Singapur obtuvo 556 puntos mientras que México obtuvo 416, cuando el promedio para este rubro era de 493.

En cuanto a lectura, México obtuvo 423 puntos, es decir, 70 puntos menos que el promedio.

La prueba PISA de 2012 demostró que la región asiática cuenta con un nivel educativo básico por encima de países europeos, pues la lista la encabezó China, Singapur y Hong Kong.

China obtuvo resultados en matemáticas de 613 puntos, por 570 en lectura y 580 en ciencias. Mientras que México no llegó ni al promedio de la OCDE de 490 puntos, pues en matemáticas obtuvo 413, en lectura 424 y en ciencias 415.

De hecho, en estos tres periodos comparados México ha descendido lugares en lectura, pues en 2012 obtuvimos 424 puntos y en la prueba PISA más reciente de 2018 bajamos a 420 puntos. Mientras que en matemáticas, de 413 puntos descendimos a 409. Si se hace la siguiente prueba, sin duda saldremos muy mal. 

En México, en una década de la aplicación de la prueba PISA, se observa la problemática de rezagos en los tres rubros: lectura, matemáticas y ciencias.

Ahora está por realizarse esta nueva evaluación, pero se hace en un contexto mucho más complejo y después de la pandemia. Las matrículas reflejan parte de las afectaciones por la falta de clases presenciales: de acuerdo con el Inegi, en el periodo 2020-2021, poco más de 5 millones de jóvenes no se inscribieron a la escuela.

México debe de participar en esta evaluación, se supone que lo hará, pero también con este nuevo modelo educativo se podría perder la oportunidad de mantener evaluaciones como la Prueba Pisa.

No quieren que se haga esta prueba u otras, porque con la pandemia los alumnos mexicanos están muy mal preparados y no se quiere demostrar la realidad del país.

Un México para los niños y niñas donde las autoridades privilegian la ideología a la preparación académica competitiva.