Bibiana Belsasso

Millones dejan la escuela

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Bibiana Belsasso
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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ha informado que 5.2 millones de estudiantes están fuera del ciclo escolar 2020- 2021 debido a la pandemia que ha provocado que los niños no puedan ir a clases, pero también la deserción se ha incrementado por la pobreza y la necesidad de muchos de estos pequeños de salir a trabajar; otros, porque sus madres no se pueden quedar con ellos para supervisar sus clases, ya sea por Internet o televisión, y eso se ve reflejado en la deserción escolar.

Los resultados de la Encuesta para la Medición del Impacto Covid-19 en la Educación señala que 2.3 millones de alumnos no se inscribieron por motivos de la emergencia sanitaria, otros 2.9 millones por no tener recursos y 3.6 millones más tuvieron que emplearse. La cifra de personas sin acudir a clases es casi equivalente a la población de Jalisco.

Estas cifras lo que demuestran es que siempre las crisis acaban profundizando la desigualdad, y ahora en medio de esta pandemia, la brecha de la desigualdad se intensifica. Los niños que acuden a las escuelas privadas, que no han tenido que desertar, tienen muchas más posibilidades de terminar sus estudios que los niños de las escuelas públicas.

Y esto es grave, porque el Estado tiene que garantizar educación a todos los niños del país.

En el 2012 publiqué, junto con Jorge Fernández Menéndez, el libro La élite y la raza, la privatización de la educación (Editorial Taurus). Fue un muy amplio reportaje, acompañado de un documental de una hora, en el que explicábamos lo grave que era que los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), estuvieran constantemente en paro, que esto se manejara como un tema político, lo vemos ahora, por ejemplo, con los maestros en Campeche, que exigieron estar vacunados para volver a clases, antes que el personal de salud que está en la primera línea de contagio.

Este tipo de acciones lo que hace es que la gente que puede pagar, aunque sea una colegiatura muy baja, meta a sus niños a escuelas privadas, y los que no tienen posibilidades, su educación cada vez es más deficiente.

Ese libro, que es más vigente que nunca por la deserción escolar que vivimos, en buena medida ignorado por las autoridades y por distintos grupos interesados en la educación, porque no coincide con sus intereses de coyuntura.

Ésta es una parte del libro, que se refiere a los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación:

“No importa quién sea el Presidente o el gobernador y cuál la coyuntura: se ha creado un monstruo que, paradójicamente, cuanto más hunde al Estado y a su educación, más poderoso se hace. El único interés es el propio… a esos líderes no les interesan ni la infraestructura escolar ni los desayunos, tampoco los útiles o las becas, salvo que les den a ellos el recurso de esos programas para manejarlo. Quieren dinero y por eso piden cosas que saben que no lograrán, para quedarse con lo más posible en la negociación, mientras ahorcan al resto de la sociedad en los lugares donde controlan la educación. Y decir que la controlan no es un eufemismo: suelen detentar desde el puesto más alto de la secretaría local de educación hasta las plazas de base… En realidad, estamos ante movimientos desestabilizadores que se manejan desde sectores ultras de grupos políticos que se presentan como de izquierda, pero que son descaradamente reaccionarios”.

Ponen ejemplo

Desde el 1 de marzo, Jalisco desarrolla grupos de seguimiento académico, con 9 alumnos por aula, con asesorías máximo 4 días a la semana cada 15 días, para evitar la exposición.
Desde el 1 de marzo, Jalisco desarrolla grupos de seguimiento académico, con 9 alumnos por aula, con asesorías máximo 4 días a la semana cada 15 días, para evitar la exposición.Foto: Especial

Muchos de los maestros hoy ni siquiera quieren volver a las aulas; otros, por supuesto que están muy comprometidos con los niños y dedican horas a planificar sus clases virtuales, pero no son todos.

Hoy, los pequeños, además de la falta de educación, están expuestos a todo tipo de abusos, violencia, y han incrementado los trastornos de ansiedad, la obesidad, la desnutrición, entre otros problemas.

Mientras es más fácil para las escuelas privadas regresar con sana distancia a clases presenciales, la complicación para las escuelas públicas, cuya matrícula se ha incrementado muchísimo por la cantidad de niños que han tenido que abandonar sus escuelas, porque ya no se pueden pagar las colegiaturas, es altísima.

Pero además, los expertos aseguran que este año escolar se ha perdido en gran medida y que se va a tardar de seis a diez años en recuperar, tanto la parte de salud como la parte educativa.

México es el único país que no está abriendo sus escuelas, aunque sea parcialmente. No solamente están los problemas en el sector educativo, sino también los problemas en el sector económico.

Pero reabrir las escuelas públicas cada día es más difícil, porque casi la mitad de los estudiantes de las escuelas particulares se fueron a las escuelas oficiales, si había grupos en una escuela particular de 20 alumnos, ahora habrá de 10 nada más; hoy los grupos en las escuelas públicas pueden llegar a ser del doble de la capacidad que tenían antes de la pandemia.

Es fundamental que se regrese a clases de forma presencial, con todas las medidas sanitarias posibles.

Entre más tiempo pase, más estudiantes van a abandonar la escuela, y eso es lo más grave que le puede pasar a cada uno de esos niños, cuyas oportunidades de vida, cada día se acotan más.