Bibiana Belsasso

La voracidad de la Inteligencia Artificial

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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¿Qué tanto estamos en riesgo los seres humanos con la llegada de la inteligencia artificial (IA)? En la industria del cine, los guionistas y actores están muy preocupados, y con justa razón, por el mal uso que se le pudiera dar a la inteligencia artificial.

Imagínate que un actor filma una película y su imagen puede ser recreada para cualquier otro papel años después. Si hoy alguien pudiera usar la imagen de Mel Gibson, por poner un ejemplo, y llevarla a la pantalla grande, recreada con inteligencia artificial.

Podrían ser incluso imágenes íntimas sin siquiera pedir autorización porque, en algunos casos, los contratos que los productores quieren que firmen los actores son para ceder la imagen personal.

Por otro lado, cientos de guionistas creen que pudiera estar en riesgo su trabajo y que éste pudiera ser sustituido por la IA. La realidad es que este tipo de inteligencia se nutre de lo que hay en la red y pudiera estar cometiendo plagios de algunas obras.

Desde hace tiempo este temor es latente en Hollywood, y hoy los trabajadores de la industria aseguran que los avances en la tecnología están generando conflictos con la humanidad.

Hoy, están en huelga los escritores y actores de esa industria. El pasado jueves 13 de julio inició oficialmente la mayor protesta laboral en Hollywood no vista desde hace 60 años.

El Sindicato de Actores de la Pantalla-Federación Estadounidense de Artistas de Televisión y Radio (SAG-AFTRA), que reúne a más de 160 mil agremiados, se unió a la huelga que 11 mil 500 escritores y guionistas mantenían desde mayo para defender sus derechos laborales, y en este caso, defender también los derechos de su imagen.

Esta inconformidad laboral incluye a la tecnología, porque los actores se niegan a firmar contratos en los que cobran por hacer una película para que se distribuya en los cines, pero no reciben un dólar cuando los grandes estudios cinematográficos hacen otro negocio con las plataformas de streaming y obtienen ganancias extra.

Este caso tiene un antecedente con la actriz Scarlett Johansson, cuando en julio de 2021 demandó a Walt Disney Studios por incumplimiento de contrato, al estrenar simultáneamente, en cines y en la plataforma Disney+, la película del personaje de Marvel Viuda Negra.

Los abogados de la actriz informaron que el estudio rompió un acuerdo que hizo perder a su clienta más de 50 millones de dólares. Caso contrario al acuerdo que llegaron con el actor Dwayne Johnson, quien sí recibió una compensación cuando ese mismo año Disney estrenó en cines y en su plataforma la película Jungle Cruise.

Buscan protegerse

Guionistas y actores de Hollywood en huelga se manifestaron el pasado 14 de julio afuera de los estudios Paramount, más de 2 meses después de que los primeros entraron en paro. Ambos gremios buscan obtener mejores salarios y condiciones laborales, así como la regulación de las IA.
Guionistas y actores de Hollywood en huelga se manifestaron el pasado 14 de julio afuera de los estudios Paramount, más de 2 meses después de que los primeros entraron en paro. Ambos gremios buscan obtener mejores salarios y condiciones laborales, así como la regulación de las IA.Foto: AP

Los actores y escritores exigen que se regule el uso de la inteligencia artificial en la industria. Hoy, los guionistas creen que pueden ser reemplazados por esta tecnología; y además, que esta inteligencia sea nutrida de plagios.

Los actores también buscan que sus contratos contemplen y se les pague el uso de su imagen en otras plataformas y, sobre todo, evitar que su trabajo sea explotado en otras producciones sin su presencia física, pero sí digital, gracias al uso de la tecnología.

En la sexta temporada de la serie Black Mirror, de Netflix, Salma Hayek participa en un capítulo llamado “Joan is Awful”, donde hablan de los problemas que tendrían los actores y escritores si firman contratos en los que permiten a las empresas utilizar de manera indiscriminada su imagen a través de la IA.

Minutos antes de iniciar la huelga, la presidenta del SAG-AFTRA, Fran Drescher, recordada por su popular personaje de La Niñera, criticó fuertemente a los estudios cinematográficos y los servicios de streaming, porque consideró que el gremio era víctima de una “entidad muy codiciosa”.

Durante la conferencia de prensa en la que se anunció el inicio de la huelga tras fallidas negociaciones, Fran Drescher dijo: “Cómo alegan pobreza, que están perdiendo dinero a diestra y siniestra, cuando entregan cientos de millones de dólares a sus directores y ejecutivos”.

Drescher aseguró que la huelga fue el último recurso para el sindicato, pero se trata de la defensa de los trabajadores. Consideró que se trata de un momento histórico y que si no se ponen exigentes “habrá peligro de ser reemplazados por las máquinas”.

Sólo para entender un poco de las pérdidas económicas que significa este paro: en 2008, con la huelga de guionistas, que duró tres meses, la industria perdió dos mil 500 millones de dólares.

Actualmente es difícil calcular las pérdidas económicas de esta huelga, que prácticamente inició, pero la industria audiovisual en Estados Unidos genera 2.4 millones de empleos al año que se traducen en 186 millones de dólares pagados a través de 122 mil empresas ligadas a esta industria.

Urge darle solución a esta huelga, del 20 al 23 de julio próximos es la Convención Internacional de Cómics, mejor conocida como ComicCon, que se realizará en San Diego, California, que podría cancelarse por la huelga de actores.

Para el 18 de septiembre es la ceremonia de los Premios Emmy, que también podría posponerse o, incluso, quedar relegada para el próximo año por la huelga.

La Inteligencia Artificial se tiene que regular para la industria del cine y para todas las demás. Es una tecnología que avanza a plazos agigantados y parece ser que la regulación va muy atrasada. Hay que poner sobre la mesa para empezar cómo se va a nutrir esta IA y cómo se va a proteger el trabajo de los seres humanos.