Carlos Urdiales

¿Quién denunció a Emilio Lozoya?

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Carlos Urdiales 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Fueron dos exdirectores de Pemex, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, quienes fincaron las bases para que la Fiscalía General de la República (FGR) tenga hoy el doble litigio en contra de Emilio Lozoya, peñista caído en desgracia por corrupto y que por su falta de “pudor procesal”, la FGR tuvo que quitar privilegios de oprobio. 

En 2017, Pemex, con José Antonio González Anaya como Director General y Carlos Treviño Morales como Director Corporativo de Administración, denunció penalmente a Emilio Lozoya por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho.

A Treviño Morales como a exlegisladores y antiguos camaradas, Lozoya los ha implicado en su fantástica narrativa de sobornos y botines, en el marco de la hoy combatida Reforma Energética, sin que hasta el momento el ministerio público federal haya acreditado los dichos de su singular testigo colaborador.

En noviembre pasado, enfrentando la embestida judicial, el exdirector general de Pemex, Carlos Treviño, respondió a la FGR al señalar por escrito su participación en las decisiones que llevaron a Petróleos Mexicanos a presentar dicha denuncia en contra de Emilio Lozoya, incluso cita la sesión 196 del Consejo de Administración de la empresa (marzo 2017), en la que tanto González Anaya como Treviño acuerdan continuar con las indagatorias por presuntos actos de corrupción cometidos por Lozoya Austin, en el contexto de los sobornos de Odebrecht.

Hemos consignado que en sus alegatos de defensa, Carlos Treviño sostiene que, justo por las acciones en contra de Emilio Lozoya, es que el sibarita exfuncionario lo vinculó en su crónica delincuencial. El amago legal con el que Lozoya pretendía recuperar el trato VIP que la FGR le dispensó desde su extradición de España, y el cual se esfumó en opípara cena. La última por el momento.

Monreal, retirada táctica

Todo entre senadores. Dante Delgado renunció a la presidencia de la Comisión Especial, creada en el Senado, para investigar las violaciones y abusos de autoridad en Veracruz. Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política, anunció la disolución de dicho colegiado, ante la discrepancia de varios legisladores de su fracción. César Cravioto informó que ante el desmantelamiento de la figura, cuya sola existencia constituía una ofensiva política en contra del gobernador Cuitláhuac García, la sesión programada para el viernes, que buscaba la desaparición de la Comisión y, se sospechaba, cuestionar el liderazgo de Monreal, se cancelaba.

Las redes políticas -poco sociales- se inundaron con publicaciones que festinaban la derrota de Monreal y Dante al tiempo que inferían el triunfo de Sheinbaum-Batres-García. Otros, promocionan una versión opuesta. Una retirada táctica, una rampa de emergencia para perder la comisión, pero sostener las acusaciones en contra del ambiente de ilegalidad en Veracruz. No exponer el bastón de mando y rehuir un choque con AMLO.

La suerte judicial del exsecretario técnico de la Jucopo, José Manuel del Río Virgen, puede cambiar el 21 de febrero. Un juez federal le concedió suspensión definitiva contra la vinculación a proceso y la prisión preventiva, por el homicidio de René Remigio Tovar, candidato de MC al municipio de Cazones, el 4 de junio. El juez de la causa no podrá decretar la apertura del juicio oral.

Quedan pendientes más de 80 denuncias recabadas a instancias de la fallida Comisión Especial Veracruz. Los renglones torcidos de un aparato de justicia, imbricado con la politiquería desatada rumbo al 2024.

Quirino, ¡tengan para que aprendan!

Tanta tinta, demasiada saliva, mucha mala fe derramada en el largo interludio, tras el cual finalmente el gobierno de España ha dado su beneplácito para que el exgobernador de Sinaloa, el priista Quirino Ordaz Coppel, asuma la representación diplomática del país en Madrid.

Poco importan las sesudas reflexiones de priistas a flote en la Cuarta Transformación, que consideran desleal que quien destacó en el servicio público por la gracia y votos de su militancia partidista, acepte un cargo en gobierno de distinto sello ideológico o programático. Tampoco es que PRI y Morena sean tan distintos. Las causas históricas del otrora partidazo, han sido trasplantadas al nuevo partidazo con muchos de sus usos y costumbres.

Como sea, la especie de que España castigaba a México y desairaba la propuesta del gobierno del Presidente López Obrador, por sus referencias críticas a la corona ibérica por la Conquista, cayeron por tierra.