Carlos Urdiales

Si el INE pierde, ¿quién gana?

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
Carlos Urdiales
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Las hostilidades entre el Instituto Nacional Electoral (INE) y la 4T (AMLO, Morena, Congreso, gobernadores y amlovers) escalaron, pero no nacieron con la inhabilitación de Félix Salgado Macedonio como candidato al gobierno de Guerrero.

El Presidente no engaña; su animadversión por Lorenzo Córdova y Ciro Murayama data del 2006; sin pruebas, pero con convicción, el de Tabasco asume que esa camada de brillantes académicos universitarios con genes de izquierda (desde José Woldenberg hasta Córdova Vianello, hijo del respetado Arnaldo Córdova) mutaron en conservadores prianistas y, por tanto, en adversarios seducidos por los placeres del poder y la dorada burocracia.

A dos meses y una semana de las elecciones, el solista de Palacio afina al coro, las notas se suceden. Desde su “no tengo constancia que sean imparciales”, pasando por la creatividad legislativa que anima juicio político en contra de los dos nuevos villanos favoritos.

Para la firma, hace una semana, del Acuerdo Nacional por la Democracia en Palacio Nacional, el Presidente López Obrador omitió convidar al responsable de organizar, sancionar y validar el proceso electoral a nivel nacional (el INE). Incluyó, eso sí, al Fiscal General de la República (FGR) y a su delegado electoral.

Y a 30 fotogénicos mandatarios estatales que todos los días caminan sobre la delgada línea roja que separa a los amigos de los no-amigos del jefe del Ejecutivo. Declaración de intención y de animadversión; convocatoria donde el mensaje fue la ausencia, no las presencias. Si el garante de la democracia no fue llamado, es porque ahí no le confieren tal papel.

Espontáneos saltan a la arena pública a demandar la desaparición del INE, ahora se nos olvidan los aplausos ensordecedores que regalaron cuando la ciudadanía, a través de personajes de la sociedad civil, universitaria e incluso desde el periodismo, conformaron los primeros consejos electorales independientes del poder en turno. Y sus triunfos que se hicieron de todos. Y la impensable primera alternancia. Y luego otras.

Después la amnesia y la descalificación. Y la insidia también. Los héroes de ayer son los malvados de hoy. Transformación querían, aquí está. Si el INE pierde, ¿gana AMLO? ¿ganamos todos? Perdemos. La instrucción es clara. La resistencia también. David contra Goliat. Un bando encarrerado y otro acorralado.

Humberto Obet. Los más activos grupos de la sociedad civil de Quintana Roo, especialmente en Cancún, ven con interés y simpatía la participación de Humberto Obet Montiel Herrera como candidato a la Diputación Federal por el tercer distrito de Quintana Roo con cabecera en Cancún. Exitoso abogado y empresario, ha demostrado con su trayectoria, a favor de causas infantiles y de salud, sensibilidad, empatía y capacidad para representar los intereses de Cancún y del estado en San Lázaro a través de Fuerza por México.