Daniel Alonso

Adiós en paz

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Contra todo pronóstico, Jaime Lozano consiguió salir avante en su corto periodo al frente de la Selección Mexicana. Es más, podemos afirmar que es el interinato tricolor más positivo que jamás ha existido o al menos que yo recuerde, y lo más irónico es que esta medida improvisada que tomaron algunos directivos ahora ha desatado un debate nacional para elegir al nuevo entrenador o en su caso, ofrecerle a Lozano un nuevo contrato que esta vez sí incluya las palabras “Mundial 2026”.

No hay que confundirnos, el verdadero mérito de Jaime Lozano no fue alzar la Copa Oro, aunque si vale precisar que, a pesar del nivel de la competencia, después del ridículo ante Estados Unidos en la Nations League, pocos hubiéramos apostado una lana a que México ganaría el certamen. Lo más destacado ha sido la gestión que consiguió en un ambiente tóxico y sombrío. Desde su llegada mantuvo un semblante de confianza y logró convencer a los jugadores de jugársela por ellos mismos, porque la imagen de los seleccionados estaba por los suelos.

Con lo anterior, consiguió restablecer la armonía con la afición mexicana que radica en el país vecino y para sorpresa de muchos, sacó a las calles a un puñado de aficionados que celebraron en el Ángel de la Independencia las alegrías que nunca llegaron desde Qatar. En ese sentido, sólo le faltó conseguir una tregua con el Estadio Azteca. El Jimmy también logró que la prensa deportiva, al menos hasta el pitazo final ante Panamá, se mantuvo en una misma línea sobre su trabajo y eso no es poca cosa.

Finalmente, apagó el incendio que muchos federativos alimentaron durante años y les consiguió algo valiosísimo: tiempo. Espero mínimo le hayan dado las gracias. Ahora toca barrer las cenizas y reconstruir desde cero el futbol mexicano, pero eso no es deber ni obligación de Jaime Lozano, cada uno de los que están en este negocio sabrá qué hacer si es que la voluntad es renovarse o seguir nadando en el fango. Ahora mismo, está el inicio de la Leagues Cup, el nuevo gran negocio de los dólares americanos y que no deja nada en lo deportivo al futbol mexicano, eso sí, dará más fogueo a los clubes de la MLS.

¿Debe Jaime Lozano continuar como entrenador de la Selección Mexicana? La afición en general dice que sí. Pero la opinión que cuenta, la de los dueños de la pelota, aún es un misterio y lo que hubiera sido un descarte en automático si Lozano hubiera fracasado en la Copa Oro, ahora es un rompecabezas para los de pantalón largo.

Siendo sincero, yo no veo complejidad en la fórmula matemática. México está clasificado, problema resuelto. Los jugadores que vimos, más otro puñado que se ausentó por lesión, son la baraja con la que se cuenta, no hay más, así que problema resuelto. Ningún entrenador de gama alta aceptará aburrirse durante tres años. La decisión la conoceremos en tres semanas aproximadamente según el presidente de la FMF, Ivar Sisniega, y se tomará en cuenta el análisis de un nuevo Comité integrado por ocho “expertos”. Pase lo que pase, Jaime Lozano logró una aceptación global que hace tiempo no se veía y tarde o temprano estará en un Mundial de futbol; por lo pronto, puede marcharse en paz y con la satisfacción del deber cumplido.