Daniel Alonso

Diezmo

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Después de mucho tiempo de rumores y conjeturas, la FIFA ha revelado finalmente el calendario oficial del próximo mundial, el cual se disputará en tierras de nuestros vecinos del norte y un poco más de una decena de partidos, también serán disputados en nuestro país. Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, son las ciudades mexicanas que serán testigo de presenciar por tercera ocasión el torneo de futbol más importante del planeta.

Eran tres grandes interrogantes las que debían despejarse para interés de los ciudadanos que radicamos en México; la primera: si el Estadio Azteca se convertiría en el primer recinto en el mundo en albergar tres inauguraciones de Copa del Mundo. Y sí, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, anunció que el próximo 11 de junio iniciará el Mundial del 2026, terminando así el rumor que exisistía sobre tres fiestas de apertura simultáneas en México, Estados Unidos y Canada.

Otra de las grandes expectativas, era conocer la sede de la final. Hace unos días corría la versión sobre que el estadio de los Vaqueros de Dallas sería el elegido para el gran juego, por su capacidad y modernidad del AT&T Stadium; pero para sorpresa de muchos, fue finalmente el estadio Metlife, casa de los Gigantes de Nueva York, el estadio que será testigo del partido que paraliza práctimante un tercio del planeta. Para consuelo de Jerry Jones, dueño del equipo de la estrella Solitaria, Dallas será la ciudad que más juegos albergará durante el Mundial, con un total de nueve encuentros.

Finalmente, muchos tenían la esperanza que la FIFA se compadeciera de México, y le otorgará mayor cantidad de juegos y no solo los 10 encuentros que se tenían contemplados. La mala noticia fue que únicamente se añadieron tres juegos más en nuestro país; la buena, que probablemente la selección mexicana podría disputar la ronda de dieciseisavos y posteriormente los octavos de final, en el Estadio Azteca.

¿Migajas o caridad? La realidad es que nuestro país está lejos de poder competir para ser la sede única de un mundial. Este 10% de encuentros que albergará, se debe en gran medida en la buena relación que siempre ha existido entre la FIFA y la FMF, Televisa y otros dirigentes. También ha influido la historia de los mundiales anteriores, en los que tuvimos la fortuna de ver al Rey Pelé coronar su carrera en México y a Diego Maradona tocar el cielo con postales que nunca podrán borrarse. De cierta manera, la FIFA les hace un homenaje a estos dos astros con la inauguración en el Azteca.

Porque realmente es lo único que hoy México puede venderle a la FIFA, la historia y la cultura futbolística que tiene nuestra tierra; porque cuando miramos temas como la seguridad, la violencia de género, la pobreza, el crimen organizado, las decenas de asesinatos que todos los días se contabilizan, la desigualdad social, la crisis financiera, los derechos humanos, las desapariciones de mujeres y niños, la crisis migratoria, etc. Entendemos que lejos de soñar con más partidos mundialistas o de ser sede de unos Juegos Olímpicos, hay decenas de problemas con etiqueta de urgentes.