Daniel Alonso

La final que soñamos

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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De acuerdo con los estudios y análisis del antropólogo chileno, Andrés Recasens, la pasión del fanático por el futbol en el continente americano pude mirarse desde dos modelos: el brasileño y el argentino. El primero, nace desde el sentido del carnaval, la alegría; el futbol se traduce como una fiesta. Mientras que el segundo tiene su origen desde el drama, el sufrimiento y la tragedia; una derrota en el futbol es casi morir en vida. 

La narrativa de la prensa argentina previa al debut en Qatar era totalmente contraria a su tradición del sentimiento de duda y pesimismo. El impulso de la victoria en Copa América aún salpicaba a todo el país, y por primera vez en muchos años, existía un frente común en busca de la tercera Copa del Mundo, al menos, hasta el día de ayer. Contrario a la lógica del futbol, la cual siempre se guarda alguna sorpresa, el equipo albiceleste cayó en su debut ante Arabia Saudita y nuevamente, las cosas retomaron su curso natural.

Si los argentinos extrañaban el drama después de sus 36 partidos invictos, en que momento llegó el sufrimiento nuevamente. La prensa che pasó de hablar de cuantos goles le iban a meter a Arabia a festejar el empate de México ante Polonia. Tienen claro que el destino está en sus manos, pero los ánimos que estaban por las nubes ya son terrestres.

Unas horas después del batacazo de Qatar (y tal vez la sorpresa más grande en fase de grupos en la historia de los mundiales) México hacia su presentación ante Polonia. Sin duda alguna la derrota del favorito del grupo cimbró los ánimos de ambos equipos. Y fueron los mexicanos quienes salieron con todo el ánimo de llevarse los tres puntos. El mundial es mágico, que incluso el rostro del Tata Martino se veía diferente, incluso por momentos me hizo recordar a ese entrenador de Paraguay que se quedó a nada de eliminar a España en Sudáfrica.

El partido con el tiempo se hizo más cerrado y sólo una distracción podría ser la causa para cambiar el empate a cero; y entonces, llegó el penal contra México. Y si Arabia hizo historia, era turno para el cancerbero mexicano. Criticado continuamente por no ser un portero atajador de penales, Guillermo Ochoa puso a fin a esa racha negativa; y no podría ser mejor escenario ni momento. La atajada de Ochoa a Lewandowski puede ser determinante para la clasificación de México a octavos.

Qué increíble es el futbol. Los últimos meses todo el mundo se desgastó hablando de lo vital que era el juego ante Polonia. Nadie contaba con que el equipo más débil del grupo se robaría el espectáculo en la primera fecha y ahora, todo lo pronosticado es basura y el sábado será una final para México y también para Argentina que ni en sus peores pesadillas existía ese escenario.

Pero mucho cuidado que, si bien México sale fortalecido, y el punto tiene buen sabor por el funcionamiento y porque te da un margen de error ante Argentina, ya que el empate entre ambos dejaría a México con su destino en las manos ante Arabia Saudita, también hubo errores del pasado. Seré honesto, sabemos conscientemente que México no será campeón del mundo, pero ganarle a Argentina y dejarlos fuera del mundial, sería lo más cercano a tocar el cielo.