Daniel Alonso

Los milagros de Messi

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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¿Quién en su sano juicio hubiera estado pendiente del duelo entre Inter Miami y Cruz Azul? Un torneo amistoso, sin ningún atractivo deportivo y que muchos entrenadores utilizarán para darle minutos a sus suplentes; además programado para el viernes en la tarde, cuando todo mundo de lo que está pendiente es de escapar de la oficina. Sólo un hombre fue capaz de agarrar todo eso y transformar una anécdota en un momento inolvidable: Lionel Messi.

Al más puro estilo de los éxitos de taquilla del cine hollywoodense, el astro argentino tuvo un debut soñado, marcando el tanto de la victoria mediante un cobro exquisito de tiro libre en el último minuto del juego, provocando un estallido en toda la ciudad de Miami, bajo la mirada atónita de grandes celebridades como LeBron James, Serena Williams, Kim Kardashian y el gran arquitecto de este sueño, sir David Beckham. El festejo de Messi cerró con un emotivo abrazo con sus hijos quienes se encontraban en un palco a ras de césped. Un guion diseñado por los maestros de las historias.

No cabe duda que ni en los sueños más optimistas de los federativos mexicanos se visualizaba que se diera un impulso mediático para este torneo como lo es la participación de Messi. Por obvias razones a todos conviene que el Inter Miami llegue lo más lejos, incluso al propio Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, pues el entorno frenético lo traicionó el inconsciente y aseguró que la MLS es mejor que la liga de futbol mexicana.

Volviendo a nuestra realidad, ¿cuál es el verdadero beneficio que se cosechará de este torneo? Pues económicamente pinta muy bien para los clubes mexicanos; también puede existir la posibilidad que varios dueños comiencen a imitar lo que están haciendo las franquicias de la MLS. Desgraciadamente, éste será el roce internacional que clubes como Mazatlán, Puebla y la mayoría de los equipos mexicanos tendrán en mucho tiempo. Más allá de estos beneficios, creo que poco o nada importa si una escuadra de la Liga MX gana el torneo refiriéndonos a lo deportivo. Tampoco será un parámetro real para decir que nuestro futbol es mejor.

Además, a estas alturas, ya debemos ir eliminando la idea obsesiva de compararnos con Estados Unidos en futbol. Entiendo la necesidad moral y cultural de saber que en algo podemos superarlos, pero ese pensamiento ha terminado por encarcelarnos en un único objetivo.

Hace unos días circuló el rumor de que el efecto Messi generaría el regreso de Concacaf a la Copa Libertadores, pero fugazmente eso fue desmentido. Aceptemos el presente, hoy nuestra realidad indica que este torneo se volverá más habitual de lo que muchos deseamos. Ojalá para futuras ediciones se pueda mejorar la calendarización y el formato que parece excesivo en cuanto a la carga de partidos y se le pueda sacar provecho más allá de dólares americanos.